El viaje comienza en Logroño, donde, tras una noche de descanso en una cómoda pensión, nos despertamos con energía para iniciar la travesía del GR38. Justo debajo del alojamiento encontramos un bar donde disfrutamos de un desayuno reparador antes de lanzarnos a caminar.
Aunque el GR38 empieza oficialmente en Oion, nosotros decidimos iniciar la ruta desde Logroño, sumando apenas cinco kilómetros adicionales al recorrido. Nos dirigimos hacia la orilla derecha del río Ebro para alcanzar el Puente de Piedra, uno de los cinco que cruzan el río en la ciudad y que marca la entrada del Camino de Santiago en Logroño. Desde allí, emprendemos camino hacia Oion.
El tramo entre Logroño y Oion es puramente urbano e industrial, sin mucho atractivo paisajístico. No obstante, el cruce de la muga entre La Rioja y Euskadi marca el comienzo real de nuestra aventura. En poco tiempo llegamos al centro de Oion, donde destaca la iglesia de Santa María de la Asunción, con su llamativa torre blanca, conocida como "La Giralda de Álava". Aprovechamos la Plaza Mayor para hacer un alto en el camino y tomar un pincho de tortilla y café antes de adentrarnos de lleno en el GR38.
Salimos de Oion y, desde el primer momento, los viñedos dominan el paisaje. Nos encontramos en plena vendimia, por lo que algunas vides han sido ya recolectadas, mientras que otras lucen espléndidos racimos de uvas maduras. Caminamos por una pequeña carretera con la Sierra de Toloño al frente y un cielo despejado que promete un día perfecto para el senderismo.
En nuestro avance, nos cruzamos con agricultores transportando uvas y operarios recogiendo los frutos de la vid. Los colores otoñales embellecen el paisaje, con tonalidades que van del verde al rojo intenso. De vez en cuando, no podemos resistirnos a probar algunos racimos y disfrutar del dulce mosto natural.
Pasamos junto a Assa, un pequeño núcleo de casas junto a la carretera. Muy cerca de aquí se encuentran los restos del puente romano de Mantible, construido en el siglo II, aunque nosotros no lo visitamos por desconocimiento. Desde aquí, continuamos por El Campillar y atravesamos más colinas cubiertas de viñedos.
A lo lejos, el monte Lapoblación, conocido como el "León Dormido", se erige majestuoso en el horizonte. La ruta sigue por "Los Mazuelos" y el "Alto de Vallobera", desde donde las vistas de la Sierra de Kodes y el Pico Joar nos recuerdan la magnitud del paisaje que nos rodea. La caminata se torna una experiencia sensorial con la vista, el olfato y el gusto embriagados por los viñedos y su entorno.
Nos acercamos a Laguardia, un enclave medieval situado sobre un cerro. En el camino, encontramos chozos o guardaviñas, antiguas construcciones utilizadas para vigilar las viñas. También pasamos junto a las lagunas de Carravalseca y Carralogroño, que en esta época del año están secas y muestran un fondo blanquecino.
Finalmente, llegamos a Laguardia y atravesamos la Puerta de San Juan. Su arquitectura medieval intacta nos transporta a otra época. Nos dirigimos a la Plaza Mayor, donde disfrutamos de una refrescante caña antes de instalarnos en el Hostal Biazteri. Tras dejar las mochilas, callejeamos sin prisa por el casco histórico, admirando sus edificios de diferentes estilos y el icónico reloj de carrillón que cada pocas horas ofrece un pequeño espectáculo de autómatas danzando.
Desde el mirador de la Puerta de Paganos, contemplamos las tierras riojanas y la Sierra de Toloño, disfrutando del atardecer. La jornada concluye con una cena en el bar La Realeza, donde degustamos buenos vinos y nos preparamos para el día siguiente. La primera etapa nos ha dejado un excelente sabor de boca, tanto por el paisaje como por la historia y el ambiente acogedor de Laguardia. Mañana, nos espera el desafiante Puerto del Toro y nuevos paisajes por descubrir.
Track para GPS:
Después de haber pernoctado en Logroño nos levantamos frescos y muy animados, con ganas de comenzar a caminar este GR. Justamente, debajo de la pensión, teníamos un bar donde pudimos desayunar antes de comenzar.
Aunque el GR oficialmente comienza en Oion, nosotros empezamos el GR en Logroño ya que la distancia hasta Oion son unos 5 Km. Para ir a Oion buscamos la orilla derecha del río Ebro para ir en busca del Puente de Piedra y cruzarlo.
El Puente de Piedra es uno de los cinco puentes que atraviesan el río Ebro a su paso por la capital riojana. También es uno de los símbolos de la capital, apareciendo en su escudo y siendo el lugar de entrada del Camino de Santiago a la ciudad. El puente se construyó en el año 1884 y tiene siete arcos.
Vista del río Ebro desde el Puente de Piedra. A la derecha la Casa de las Ciencias. En frente el Puente de Hierro.
El camino a Oion es puro asfalto y feo, atravesando algunos polígonos industriales. Nos hacemos una foto al llegar a la muga Euskadi-La Rioja.
No tardamos mucho en llegar al centro de Oion donde destaca la iglesia de Santa Maria de la Asunción considerada como una de las más importantes iglesias de la comarca Rioja Alavesa. La ornamentación de su torre blanca le ha valido el apodo de 'La Giralda de Alava'.
Nos dirigimos a la Plaza Mayor donde se encuentra el ayuntamiento y unos cuantos bares. Como es la hora del almuerzo aprovechamos para picar algo y, ya sí que sí, comenzar oficialmente el GR38.
Como viene siendo habitual pincho de tortilla y café.
Con mucha ilusión comenzamos el GR y dejamos atrás el pueblo de Oion. Saliendo del pueblo el protagonismo se lo llevan los viñedos que ocupan todas las colinas que tenemos al alcance de la vista.
De momento seguimos por asfalto caminando por una pequeña carretera con la Sierra de Toloño delante nuestro. El día ha salido fabuloso para caminar.
Da la casualidad de que la fecha de comienzo de este GR ha coincidido con la vendimia. Algunos viñedos ya se han vendimiado pero muchos otros no. Las hojas de las vides o parras poco a poco van cogiendo los colores rojizos.
La Sierra de Toloño y su amplio collado, el famoso Puerto del Toro, por donde mañana pasaremos.
Un agricultor transporta los racimos de uva en la pala de su tractor.
Algunos operarios vendimiando.
Buenos racimos tenemos a la vista y también a nuestro alcance. De vez en cuando agarramos algunos racimos y nos lo llevamos a la boca exprimiendo su mosto. Hoy beberemos mosto hasta llegar a Laguardia.
A lo lejos logramos distinguir el monte Lapoblación, popularmente conocido como el "León Dormido".
Llegamos a Assa. aquí nuestro camino converge un pequeño tramo con la N232a. Muy cerca de este pequeño núcleo de casas pasa el río Ebro haciendo de muga o divisoria entre Alava-La Rioja. En las cercanías, un poquito apartado de nuestro camino, se encuentran los restos del puente romano de Mantible que llegó a tener 164 metros y fue construido en el siglo II. Nosotros no lo vimos porque cuando hicimos el GR no lo sabíamos, así que si alguno lee esto y hace esta etapa que lo tenga en cuenta por si quiere visitarlo.
El núcleo de Assa que se concentra junto a la carretera. No hay servicios y esto será así hasta llegar a Laguardia. Hay que proveerse en Oion de todo lo uno vaya a necesitar hasta llegar a Laguardia.
En río Ebro a su paso por Assa.
Una vez pasado Assa enseguida llegamos al pueblo de El Campillar.
Viñas y más viñas de donde salen algunos de los mejores vinos del mundo.
Seguimos entre viñedos superando pequeñas colinas. Ya no pasaremos por más pueblos hasta llegar a Laguardia.
Los colores otoñales de algunas parras son espectaculares.
Un sinfín de matices de colores entre verdes, amarillos, marrones, naranjas y rojos.
Por el paraje 'Los Mazuelos' después de dejar atrás el pueblo de El Campillar.
El amigo Eneko posando con el 'León Dormido' al fondo.
Desde un pequeño alto (Alto de Vallovera) podemos ver como se extienden los viñedos por todas partes. A lo lejos destaca la Peña del Castillo de Lapoblación (León Dormido) y al fondo a la derecha la Sierra de Kodes con su cota máxima que es el Pico Joar.
El paraje de 'Los prados de la Virgen'.
Seguimos disfrutando de los colores de algunas viñas.
Viñedos y la Sierra de Toloño.
A lo lejos vemos el pueblo de Laguardia sobre un pequeño cerro. Por nuestra izquierda vemos también unas lagunas, que en estas fechas están secas, mostrando un fondo de color blanco. Son las lagunas de Laguardia: Carravalseca, Musco, Carralogroño y la balsa del Prao de la Paul.
Un chozo o guardaviñas, arquitectura rural. Son antiguas construcciones que se usaban para vigilar las viñas.
El pueblo medieval de Laguardia en lo alto de un cerro.
Laguardia con la Sierra de Toloño de fondo.
Por esta zona parece que los colores otoñales están más marcados.
Aquí vemos perfectamente el collado del Puerto del Toro por donde transcurre el GR38. Por ese puerto pasaban los antiguos arrieros transportando el vino desde Laguardia hacia los puertos pesqueros. En esa época los caminos que usaban los arrieros no estaban exentos de peligros y lo normal era juntarse con otros arrieros formando caravanas para minimizar los riesgos de ser robados.
Ya siento repetirme con las fotos pero en esta etapa no hay otra cosa más que viñas y viñas.
Llegamos a Laguardia. Un cartel en la entrada del pueblo donde pone "Uno de los pueblos más bonitos de España" nos da la bienvenida. Laguardia es la capital de la comarca Rioja Alavesa.
Entramos en la villa por la Puerta de San Juan junto a la iglesia homónima que sirve de campanario.
Nos dirigimos a uno de los bares que hay en la Calle Mayor junto a la Plaza de San Juan. Veníamos con ganas de tomar una caña. Luego con más calma fuimos al Hostal Biazteri donde teníamos reservada una habitación con doble cama. Tras dejar la mochila en la habitación nos dispusimos a recorrer las callejuelas de Laguardia y tomar unos cuantos vinos.
Laguardia conserva casi intacto su trazado medieval. Sus calles están repletas de edificios medievales, renacentistas, barrocos y neoclásicos. La verdad que sí que es un pueblo muy bonito.
El pórtico de la Plaza Mayor donde se ubica el ayuntamiento. Este es uno de los lugares emblemáticos de Laguardia.
El reloj de carrillón en la Plaza Mayor. Suena cada hora pero en cuatro momentos del día, a las 12h00, 14h00, 17h00 y 20h00, se abren las puertecillas del reloj y unos autómatas danzan al ritmo del pasacalle típico de las fiestas
La Plaza Mayor es el centro neurálgico de la villa medieval.
Callejear por Laguardia es un placer. Está repleto de rincones preciosos.
En la Plaza El Gaitero, en la parte norte del pueblo, junto a la iglesia de Santa Maria de los Reyes, podemos ver una escultura en bronce titulada 'Homenaje a los viajeros'. Es una escultura que consta de dos mesas; una llena de zapatos y la otra llena de bolsos.
Una de las callejuelas estrechas que hay en Laguardia.
La Torre Abacial, una torre-castillo, en la Plaza Santa Maria.
Saliendo por la Puerta Paganos, en la parte Oeste del pueblo, encontramos un mirador.
Desde el mirador las vistas se extienden hasta las tierras de Haro.
La Sierra de Toloño, la barrera natural que separa La Rioja Alavesa del resto de Alava, vista desde el mirador.
Muy a lo lejos llegamos a ver la Sierra de la Demanda donde destaca el Pico San Lorenzo, techo de La Rioja.
Seguimos callejeando y probando diferentes caldos en uno de los muchos bares que hay en Laguardia. Hay mucho turismo porque es un pueblo muy bonito y por tanto también hay ambientillo.
Y por último nos venimos a cenar al bar La Realeza donde nos han tratado muy bien. Seguimos catando estupendos vinos para ir abriendo el apetito. Y después de cenar nos fuimos a la cama. Nos ha gustado mucho Laguardia. Es un pueblo muy bonito pero también muy pequeño donde en medio día puedes llegar ver casi todo lo que hay.
Nos ha gustado mucho la primera etapa. Hemos disfrutado mucho del paisaje con los viñedos. Hemos catado el mosto y buenos vinos. Y hemos disfrutado mucho turisteando por Laguardia. Veremos lo que se viene mañana.
Estos son los datos de nuestra GR38. A nivel de servicios no hay mucha cosa pero yo os pongo lo que he podido recopilar.

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