Viernes 29 de julio de 2011
NOTA: Este recorrido, a fecha actual, está deshomologado. Ahora esta etapa del GR121 entre Donostia y Orio transcurre por el Camino de Santiago, mucho más cómodo pero no más bonito. El camino se puede andar pero si la gente no lo sigue usando acabrá por cerrarse. Es posible que algunos tramos, entre mayo y septiembre, puedan estar algo más cerrados por los helechos. Aun y todo tengo constancia de que el camino se puede andar. Si te animas a hacerlo deja un comentario para conocer su estado.
Así lo viví cuando lo hice:
Salgo solo, son casi las cinco de la tarde y calculo unas cuatro horas de recorrido, por lo que no debería de tener problemas de luz para llegar a Orio sobre las 21h00.
El recorrido es una pasada. Hay tramos que transcurren por carretera y pistas de cemento, tramos de bosques, por praderas que sirven de pasto, subidas y bajadas empinadas, pasos a media ladera con unos acantilados impresionantes, pero también uno se encuentra con la cara salvaje del monte, con senderos estrechos invadidos por los helechos donde, a veces, uno pierde de vista el sendero y ha de apartar los helechos para ver donde se pisa. Estos tramos salvajes son espectaculares pero también hacen que me mueva más lento.
La tarde salió muy buena, temperatura ideal pero sin brisa, por lo que pasé un poco de calor por alguna que otra zona. En el recorrido se pasan por varias errekas donde uno puede, seguramente, calmar la sed y reponer la cantimplora, pero desconociendo el estado de las aguas (seguro que son cojonudas) , yo no lo hice; me llevé un litro y medio de casa y me sobró.
Mapa del recorrido:
Perfil de altura:
Comienzo el recorrido desde el barrio de Ondarreta. Desde la parte final de la playa de Ondarreta y subiendo por la carretera a Igeldo, a unos doscientos metros, se toma un desvio hacia la derecha por el camino de Marbil, hacia la urbanización de Erregenea, donde enseguida, la Torre de Erregenea de color blanco hace acto de presencia destacando sobre el resto de construcciones. El camino, perfectamente balizado mediante los colores blanquirojos que determinan un GR, comparte un tramo con el Camino de Santiago balizado con flechas amarillas.
Unos metros más adelante me encuentro con esta curiosa fuente
En suave ascenso, y tras superar unas cuantas escaleras, llego a un pequeño parque donde se tiene una vista de la Torre de Erregenea, una de las pocas torres que tiene la ciudad y que, al parecer, en su día fue motivo de gran polémica.
Después de dejar la pista de hormigón en una curva cerrada, cojo un sendero hacia la izquierda y me encamino poco a poco hasta dar con la carretera que va al Parque de Atracciones de Igeldo.
Una vez arriba, me dirijo hacia la carretera que sube a Igeldo, donde el restaurante Leku Eder es la siguiente referencia.
Caminando por la acera derecha, llama la atención los acantilados, el faro y los edificios del Parque de Atracciones en el monte Arrobi (Monte Igeldo).
Debajo,a nivel mar, junto a unos impresionantes acantilados, la ensenada de Zentellazuloa.
Me despido de la carretera principal y del Camino de Santiago cogiendo la pista a la derecha que va hacia la Pensión Tximistarri
Se pasa por varias edificaciones y huertas. De aqui buenos tomates saldrán.
Y para el mes de octubre estas uvas estarán a punto de caramelo
El camino pasa junto a las ruinas del caserio Amezti que, aunque viejo,sigue conservando una hermosa cabellera verde.
Los plumeros haciendo cosquillas al cielo
Por la zona hay bastantes pinos
Enseguida se deja la pista y uno se adentra bruscamente por un sendero estrecho que lleva a la ensenada Biosalbi. LLevo pantalón corto y camiseta sin mangas y me estoy llevando por delante todas las zarzas!!!
El camino antes de llegar a la ensenada Biosalbi; como veis muy cerrado y con los helechos muy altos
LLego a Biosalbi, una playa de grandes piedras redondeadas en la que algún día tengo que pasar más tiempo
Me cuesta un poco encontrar la salida de la ensenada al estar muy cerrado el camino, pero al final, como sabes hacia donde tienes que ir, apartando los helechos y mirando al suelo para ver donde se pisa, ya que el terreno es un poco irregular, doy con el sendero de nuevo
El camino sale a un pequeño pinar donde la sombra y el frescor se agradece. Ahora mismo llevo las piernas y brazos sangrando por las zarzas; nada importante, por supuesto. Pensaba que iba a estar más trillado el camino.
El camino va ascendiendo hasta dar de nuevo con una pista. Paso al lado de una zona con cañas de bamboo
Esto acaba de empezar y tengo un buen trecho de litoral por delante
En el momento que se abandona la pista el sendero vuelve a ser salvaje. Por esta zona, al pisar una piedra humeda, me voy al suelo apoyando una mano sobre una rama de argoma llena de pinchos. Bien, ya tengo las piernas, los brazos y la mano sangrando y llena de pinchos; vamos bien, de puta madre diría yo!!.
Después el camino se vuelve otra vez cómodo y salgo a un zona de praderas y pastos
Cerca hay un edificio y voy bordeando su muro dejándolo a la derecha. Esta zona de pastos esta muy bonita. Con todo lo que ha llovido está muy verde y repleto de flores.
Sigo subiendo y un poco más adelante llego al cruce donde cojo el camino de Lapabide. Las ovejas a sombra, no saben nada!!.
En la foto la zona de pastos junto al camino Lapabide.
Muy cerca de donde están tumbadas las ovejas me llama la atención esta galamperna (Macrolepiota procera). Al estar cercado el prado no puedo pasar y saco la foto tirando de zoom; una pena porque hubiera quedado un primer plano de cine. El tamaño de la boina tendría de 20 a 30 cm. Espectacular!!!
Las ovejitas a lo suyo y yo a lo mio. Continuo.
Por el camino de Lapabide veo esta caravana que ha sabido elegir un lugar con buenas vistas
El camino pasa cerca de unas grandes rocas
En mitad de la carretera esta culebra parece haber encontrado un final fatal, seguramente la rueda de algún coche la ha reventado.
Por esta zona se camina a gusto bajo una bóveda de ramas que procuran una buena sombra.
Juego de luces y sombreas
El final del camino Lapabide se une con el Camino de Agiti que lleva a la ensenada de Agiti y al caserio del mismo nombre. Decoración con roca arenisca al pasar cerca de una edificación al lado del camino
Agiti a la vista!!!
La ensenada y el vivero de rodaballos
Pasada la ensenada de Agiti me interno en una zona boscosa
y salgo a media ladera con bonitas vistas hacia la costa
Por esta parte del camino me llama la atención una serie de rocas clavadas al borde del camino como si fueran menhires. No se si son fruto de la casualidad.
El camino gira unos 90 grados a la izquierda y se adentra en una vaguada donde el agua de la erreka Iranguen llega a mis oidos. En esta parte del recorrido me encuentro una pareja que viene desede Orio. Son los único que me he encontrado en el camino.
Tras cruzar la erreka, el camino gira bruscamente hacia la derecha y tras una corta subida, el caserio Egiluze asoma sobre los helechos
Desde la parte trasera de Egiluze el sendero baja, cruza la erreka Egiluze y vuelve a subir; ya no recuerdo las veces que he bajado y subido hasta ahora. No recuerdo si es por esta zona, o quizás más adelante, donde hay una subida bastante pronunciada y que hay que valerse de la ayuda de una sirga. Sin duda, este tramo mejor subirlo que bajarlo, y en cualquier caso, siempre con un poco de precaución, sobre todo si está mojado.
El sol, poco a poco desciende y lo tengo de cara, así que las fotos no lucen muy bien. Al fondo ya se ve el perfil del ratón de Guetaria. A partir de ahora el sendero es una buena recta que transcurre a media ladera y atraviesa unas grandes lajas inclinadas que van directas al mar cual txirristras gigantescas.
"La Piedra de Mendibeltza", así se le conoce a esta gran laja de piedra que ha sido y es referencia para los pescadores a la hora de echar sus redes. La estructura del macizo de Mendizorrotz es monoclinal (capas paralelas inclinadas en una sola dirección) quedando el relieve compuesto por una "cuesta" que desciende hasta el mar. En la foto, pasando la gran laja inclinada.
Y por la parte de arriba, la inclinación es espectacular también. El sendero va por la mitad de la gran placa y no hay peligro porque es lo suficientemente ancho para caminar comodamente
Antes de entrar de nuevo en una zona boscosa, paso una pequeña placa, mojada por el paso de agua, con cuidado de no resbalarme. Estas puñeteras piedras resbalan lo suyo y como las pises te vas al suelo.
Llevo observando un buen rato que bajo mis pies hay enterrada una vieja conducción de agua, y que en algunos tramos, la tubería se hace visible. Son el resultado de unas obras hidrúlicas acometidas a principios del siglo XX y destinadas a suministrar agua potable al municipio de Zarautz. El agua provenía de manantiales y diferentes errekas En este tramo, la tuberia pasa sobre un pequeño acueducto de hormigón que salvaré bajando y subiendo por la parte izquierda.
Otra 'pequeña' placa inclinada
Otro tramo de bosque
y salgo a una zona despejada donde se tienen buenas vistas del perfil costero hasta Guetaria.
El sendero termina en una pista que me lleva hasta el caserio Itxaspe. Antes de empezar a bajar por esta pista un camino a mano izquierda indicaba la subida a la cima del Kukuarri
El ratón de Guetaría con los reflejos del sol en el mar
A partir de aqui, una comoda pista ancha me llevará hasta la Playa de Antilla en Orio.
Camino hacia Orio
Maspaldiko Senoa, una pequeña cala
Mirada hacia atrás. Camino que viene de Itxaspe.
La Antilla va asomando
Una trainera entrenando
Los últimos metros antes de acometer la bajada a la playa
Un lugar precioso esta zona de Orio
Bajada hacia la playa
Algunos aprovechan el buen día para surfear. Tengo entendido que esta playa es bastante peligrosa para bañarse.
El romanticismo presente en la ruta
Panorámica de la Playa de la Antilla
Desde el paseo
Las casas nuevas que han construido por esta parte. Que recuerdos de esta zona cuando venía a pescar. Todo esto no estaba, claro.
Aprovecho para tomarme una cañita fresca en un bareto cerca de la playa. ¡Que buena!
Ahora toca ir poco a poco remontando la ria del Oria
Se pasa por debajo del puente de la autopista
Panorámica de la desembocadura del Oria
Un buen tramo de bidegorri para los txikis
Las antenas del Mendibeltz
y poco a poco me voy acercando al centro de Orio
Por allí asoma el Ernio
La empresa de conservas Azkue
y el puente donde este recorrido termina
Bueno, realmente termina aqui, en el tren. Son las 21h00 y en 15 minutos llega el tren.
A mi me ha gustado muchísimo este recorrido y espero que a vosotros también.
saludos!!!!!