La ruta arranca en el pintoresco valle de Ibiur, una zona tranquila y con mucho encanto. El recorrido nos lleva por los pueblos de Baliarrain, Gaintza, Abaltzisketa y Orendain. Casi todos pertenecen a la comarca de Tolosaldea, salvo Gaintza, que tira más hacia el Goierri. Total, que nos espera una buena mezcla de paisajes bonitos y un montón de rincones con historia.
Empezamos en Baliarrain, dejando el coche en el parking que hay detrás de la iglesia. Nada más cruzar la plaza del pueblo, nos topamos con el caserío Lopetedi, que no es cualquier caserío, sino que está catalogado como Bien de Interés Cultural desde 2005. Un poco de carretera arriba hacia San Juan Iturri y, en la primera curva cerrada, lo dejamos y tomamos un senderillo a la izquierda. Éste nos lleva hasta el collado de Bostaritzeta.
Desde allí seguimos la pista hacia el sureste, dejando el Gaintzamendi a la derecha, hasta alcanzar el colladito de Gaztaintxota. En la bifurcación tiramos por la izquierda y empezamos a bajar, con el tontorro de Gaztaintxoeta custodiándonos. Al poco, aparece ante nosotros el pueblo de Gaintza, que parece salido de un cuadro. Allí hacemos parada en Kale-Txiki, el ostatu del pueblo, donde nos reciben un café calentito y la charla de Jose Mari, el dueño, que tiene conversación para rato.
Antes de irnos, nos damos una vuelta por la iglesia. En la entrada cubierta se está de lujo para descansar un momento, con el frontón al lado y, justo enfrente, el cementerio. En la puerta hay una inscripción que pone: “Gaurni biharzu” (hoy yo, mañana tú). Una frase de las que hacen pensar.
La ruta sigue y nos regala estampas de lo más auténticas: un pastor guiando a sus ovejas, pura postal rural. En el bar-restaurante Oteñe paramos a mirar el paisaje: Abaltzisketa aparece colgado sobre el barranco de Ibiur, un espectáculo de vistas.
Cogemos el GR20, siguiendo las marcas blancas y rojas. A pesar de que hay algún tramo medio cerrado, se pasa bien, y acabamos llegando a Larraitz, ese barrio de Abaltzisketa que todo el mundo conoce por ser la puerta de entrada a la sierra de Aralar. Aquí toca almuerzo bien merecido.
De paso visitamos la ermita del XVIII, donde se guarda una Virgen gótica muy querida en la zona. Luego tiramos hacia Abaltzisketa por el bidegorri que corre paralelo a la carretera, y más adelante cogemos un desvío a la izquierda que nos lleva por caminos más tranquilos. Pasamos cerca de la casa Agerre, ahora en obras, y enseguida entramos en el centro del pueblo.
La iglesia de San Juan Bautista nos deja boquiabiertos, con su portada románica del siglo XIII. Parada técnica en el Ostatu para otro pincho y seguimos a la ermita de Santa Cruz, en el monte Txutxurrumendi, donde nos topamos con la escultura que homenajea a Luis Pedro Peña Santiago, escritor y montañero.
Camino de Orendain, nos toca ir un buen rato por carretera. Se hace un poco largo, pero las vistas compensan. Antes de llegar, vemos la ermita de San Sebastián y, desde allí, subimos a la cima de Gerbile para disfrutar del paisaje. Bajamos de nuevo a la ermita y continuamos hasta el núcleo de Orendain. Su iglesia de la Asunción impone, pero lo que más nos sorprende es el Ayuntamiento, un pedazo de edificio neoclásico del XIX con sillería de caliza. En los soportales funciona el ostatu del pueblo, así que el ambiente está asegurado. Desde aquí, las vistas de 360 grados a los montes son de lo mejor de la ruta.
Ya en bajada, vamos hacia el embalse de Ibiur siguiendo la Gorostiko erreka. Rodeamos el embalse, cruzamos al otro lado y subimos por el barranquillo de Gaintzabasokoerreka hasta llegar a Iruerreketa. Un último esfuerzo de subida nos deja en Baliarrain, entrando por el caserío Gorostartzu.
Track para GPS: