Bedartzandi y compañía: una vuelta por las alturas de Markina
En pleno Bizkaia, entre el valle de Aulesti (por donde baja el Lea) y el de Markina (con el Artibai de compañero), se levanta el macizo de Bedartzandi, que ronda los 700 metros. ¡Oye, pequeño pero matón! Nuestra idea: salir desde Markina-Xemein y coronar unas cuantas cimas: Zapola, Urregarai, Bedartzandi, Kobakogane y Ariztieder. Planazo.
Salimos del centro de Markina, coche aparcado y caminando hacia la cantera que se ve perfectamente en la ladera del Zapola. Tras cruzar la BI-633 pillamos la pista que sube por el barrio de Idérraga, pasando por los caseríos Ugarte, Ugartetorre y Abeletxe. Una zona muy rural, con viñedos que le dan su toque.
Al llegar al último baserri, giro a la izquierda y… ahora sí empieza la subida “de verdad”. A ritmo de jadeo vamos ganando altura y ya vemos Markina-Xemein encogerse ahí abajo. Al lado nuestro la cantera Kanterazarra, de donde sacan el famoso “Mármol Negro Markina”. ¡No sabía yo que esta zona era tan “glamurosa” geológicamente!
El camino sigue sin dar tregua y acabamos entrando en el valle de Igotz, una preciosidad con las peñas de Urregarai a la izquierda y la cresta de Bedartzandi a la derecha. Desde aquí ya vemos incluso la ermita de Santa Eufemia, colgada en lo alto del roquedo de Urregarai. Pero antes… ¡Zapola nos espera!
Llegamos a la borda de Kortazar, una casita con vistas premium, y desde allí un portillo nos mete por un sendero muy majo entre encinas. Pequeña apretada final y… cima del Zapola (562 m), con buzón, vértice y bonitas vistas al Oiz y al mítico Anboto.
Bajada ligera hacia el caserío Larro y seguimos en dirección a Santa Eufemia. Tras un portillito, aparece la famosa escalinata: 222 escalones. Esos que te hacen replantearte decisiones de vida mientras los subes. Pero la recompensa llega: la ermita, un lugar espectacular con vistas sobre el valle de Aulesti y la cima de Illuntzar asomando detrás del Bedartzandi. Dicen que aquí está la virgen de las caderas… normal, después de la subida uno ya viene con los huesos crujidos.
A pocos metros está la cima de Urregarai (704 m). Fotos, bocanada de aire y para abajo con cuidado —que tanto escalón te la puede liar— hasta el aterpe de Atxagarai: bolera, mesas… ¡planazo! Lástima que estuviera cerrado.
Toca Bedartzandi. Un sendero cómodo nos sube a la cresta, siguiendo a un padre y sus dos hijas que iban tan felices como si esto fuera un paseo por el parque. Nosotros, menos. Pero al final… Bedartzandi (700 m). Almuerzo con vistas a Urregarai. Así sí.
Para bajar nos metemos por la vertiente norte siguiendo marcas del GR38, entre encinas y algún hayón que destaca en mitad del bosque. ¡Zona de cuento!
Coincidimos con una pareja, Blanca y Juantxo, de Mendaro. Nos cuentan que Urregarai está ligado a su historia de amor y que hoy celebran aniversario subiendo de nuevo. ¿Se puede ser más romántico? Nosotros les deseamos lo mejor y tiramos por nuestro camino, que aún quedan cimas por tachar.
Llegamos al área de Ariztieder. Vamos primero a Kobakogane (447 m) también llamado Etxistako Tontorra. Sin vistas, pero el terreno es chulo. Foto en la cima y vuelta al área para subir la última del día: Ariztieder (442 m), que esta sí tiene buzón.
Antes de bajar, vemos un agujero curioso. ¿Cueva? No: las antiguas minas de Gabaro. Siempre se aprende algo.
Ya sí que sí, toca descenso por pista cómoda hasta Markina. Cruzamos el río Artibai y, ya con el estómago rugiendo, preguntamos a los locales dónde comer. Ni Google Maps: la sabiduría popular. Nos mandan al Niko Jatetxea… y ¡qué acierto!
Sopa de pescado brutal, merluza rebozada para chuparse los dedos, Eneko callado (señal de calidad).
Paseíto digestivo por Markina y rematamos la jornada intentando visitar la ermita de San Miguel de Arretxinaga… cerrada. Bueno, ¡ya tenemos excusa para volver!
Track para GPS:

Fotos:
Desde el centro de Markina, donde hemos dejado el coche, nos dirigimos hacia la visible cantera (Kanterazarra) en la ladera E del monte Zapola.

Tras cruzar la carretera BI-633 tomamos la pista que conduce a las casas de Ugarte, Ugartetorre y Abeletxe en el barrio de Iderrraga. En la foto la casa Ugarte (izda) y Ugartetorre (dcha).

Viñedos junto al camino.

Al llegar al último baserri giraremos a la izquierda para ir subiendo hacia la cantera.

Una mirada atrás donde dejamos atrás la localidad de Markina-Xemein. A lo lejos el monte Kalamua/Max.

El camino pasa junto a la cantera. Aprovecho y me asomo por una de sus puertas. La empresa que explota la cantera se llama Olaspe y extraen el preciado 'Mármol Negro Markina' que parece ser un referente en el 'mundo de las piedras'.

El camino, desde que hemos dejado atrás los caserios, tira para arriba sin tregua. Nos encontramos un pequeño tramo algo descompuesto por que han andado con maquinaria haciendo limpia en el monte.

Desde cierta altura ya tenemosuna mejor panorámica de Markina-Xemein.

El camino por que vamos recorre la ladera E del monte Zapola a través del paraje Asaiturriaga hasta que encontramos un cruce por donde, a nuestra izquierda, subimos hacia Igotz; caserio que da nombre al vallecito que hay entre las Peñas de Urregarai y Bedartzandi.

Una vista del valle de Igotz con las Peñas de Urregarai a la izquierda sobre el caserio Larro y la cresta del Bedartzandi a la derecha. El entorno es una auténtica preciosidad.

Sobre el roquedo de Urregarai, a la derecha de la cima, vemos la ermita de Santa Eufemia donde después de visitar la cima de Zapola iremos a conocer.

Desde la pista de Igotz tomamos un atajo a traves de la campa y subimos pegados a la alambrada para enlazar con un camino superior para ir a salir junto a una pequeña edificacion de nombre Larrus.

Desde Larrus, y tras acomenter una pequeña subida, alcanzamos la borda de Kortazar; borda privada con unas vistas privilegiadas.


Al lado de la borda tenemos el portillo por el cual se accede a la senda que va hacia la cima del Zapola.

El terreno es bonito, con mucha encina.

Cima del monte Zapola (562 m) con vértice y buzón.


Vistas desde la cima de Zapola. Enfrente el monte Oiz.

El monte Anboto a lo lejos visto desde la cima del Zapola.

Desandamos el camino y nos dirigimos hacia el caserío Larro al que no tardamos mucho en llegar. Por delante el valle de Igotz.

Caserio Larro. El camino continua por su trasera.

Nos dirigimos ahora hacia Urregarai.

Nos dirigimos hacia un portillo,

Poco a poco vamos llegando a la base de la escalinata que sube a la ermita de Santa Eufemia, nada más y menos que 222 escalones.


Últimos metros.

Vista desde Urregarai hacia el barrio de Malats (Aulesti)

Barrio de Malats (Aulesti)

Vemos como la cima de Illuntzar, la cumbre más alta de la Sierra de Leia, sobresale detrás del Bedartzandi.

Ermita de Santa Eufemia donde se encuentra la virgen contra los dolores de cadera. LLegar hasta aquí arriba ya tiene uno ganado el cielo. La ermita y la cima de Urregarai se encuentra dentro del término de Aulesti.

Una pequeña escultura rematando el tejado en la fachada sur.

Mirar como se descojona de vosotros.

Urregarai (704 m). La cima y buzón están a unos pocos metros de la ermita. Vista de la ermita y la cima de Bedartzandi desde las Peñas de Urregarai. La verdad que el lugar es espectacular.

El monte Oiz.

Ahora toca ir bajando hasta el refugio de Atxagarai viendo el valle de Igotz.

Bajamos con cuidado para no tropezarnos y abrirnos la cabeza con tanto escalón.

Llegamos enseguida a Atxegarai, un área dotada de aterpe, mesas, sillas, barbacoas, bolera...

El aterpe por desgracia lo encontramos cerrado.

Desde Atxagarai ponemos rumbo hacia la cima de Bedartzandi. Hay varios caminillos que confluyen al final en uno y que llega a la cresta.


Abajo queda el aterpe de Atxagarai y sobre el mismo las Peñas de Urregarai que se ven impresionantes desde esta perspectiva.



LLegamos a la cresta. El camino no tiene dificultad.

Por delante nuestro un padre con sus dos hijas se dirigen hacia la cima.

Cima de Bedartzandi (700 m) y buzón. Aquí haremos una parada para almorzar antes de empreder la vuelta.

Vistas de Urregarai desde Bedartzandi.

Comenzamos el descenso. Regresamos por la cresta pero esta vez bajando por la vertiente norte. Nos dirigimos hacia esos montecitos que están en primer plano (mancha verde)

Al llegar al encinar el camino parace que se interna en la selva. Seguimos las maras de uno de los ramales del GR38 que se dirige hacia los puertos de Ondarroa y Lekeitio.

La zona es muy bonita. Este tipo de terreno a mi me encanta.

Un pequeño claro en el encinar donde un par de hayas rompen el paisaje que venimos viendo.


La senda del bosque enlaza con una ancha pista que desciende hacia Markina. El descenso desde Bedartzandi lo hemos hecho junto a esta pareja de montañeros, Blanca y Juantxo, que son de Mendaro. Simpaticos montañeros con una historia de amor relacionada con Urregarai. Hoy, en uno de sus aniversarios vuelven a revivir aquellos momentos donde empezaron a salir juntos. Nos despedimos en un cruce de caminos pues niestra intención es subir un par de cimitas más llamadas Kobakogane/Etxebistako tontorra y Ariztieder/Kobauko tontorra. Hasta luego pareja. ¡Que os vaya muy bien!.

Desde el cruce tomamos otro camino que nos acerca hasta el área de Ariztieder. Desde ahí nos acercamos primero hasta la cima de Kobakogane. El terreno es algo caotico pero sin mayores problemas. Vemos unos puntos rojos y los seguimos. Nos llevan hasta la cima donde no hay buzón no vistas. Eso si, el terreno es una preciosidad.


Eneko y su perrita Dru en la cima de Kobakogane también llamada Etxistako tontorra con 447 m.

Regresamos al area de Ariztieder.



Tras una corta y bonita subida alcanzamos la cima de Ariztieder donde si hay buzón

Ariztieder (442 m).

Regresamos de nuevo al area de Ariztieder y un aguhero nos llma la atención. Creí que era una cueva pero una vez en casa me puse a indagar y parece que son, o mejor dicho, fueron las minas de Gabaro.

Ahora si, tachadas estas dos últimas cimitas no ponemos de camino a Markina.

A esa pista que vemos abajo tenemos que ir a parar.

Una vez en la pista de asfalto enseguida llegamos a Markina.

Cruzamos el río Artebai y buscamos un lugar donde comer.

Preguntando a la gente, noa hay nada como la sabiduria popular, nos mandan a comer al Niko jatexea. Un acierto 100%.. Para ir abriendo apetito de primero una sopa de pescado.

De segundo merluza rebozada.

Eneko de primero arroz con almejas que estaba espectacular.

Y de segundo también pescado. Como no me ha hablado mientras comía doy por hecho que estaba muy bueno.

Después de comer una pequeña vuelta por Markina para ver el pueblo.




Y por último, antes de regresar a Donostia, fuimos a visitar la ermita de San Miguel de Arretxinaga pero la encontramos cerrada. Una pena.

Y esto ha sido todo. Espero que os haya gustado.