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domingo, 16 de mayo de 2021

Gorbeia por Mairuelegorreta y el espolón Igiñiger y vuelta por la senda Egillolarra

Hoy tocaba excursión y nos hemos plantado en Araba, concretamente en Murua, uno de los 17 concejos de Zigoitia. ¿El plan? Subir al Gorbeia, que con sus 1.482 metros es el monte más alto de Araba y Bizkaia. Vamos, que es el jefe de la zona. Hay muchas rutas para subir, pero nosotros hemos elegido una especialmente bonita para hacer una circular con encanto.

Arrancamos desde cerca de las Canteras de Murua, que ahora son una zona de picnic con mesas y bancos, ideales para el txikiteo montañero. De ahí retrocedemos unos metros hasta un cruce donde un poste nos indica el camino: Gorbea a 5,5 km y Mairuelegorreta a 2,6 km. Nos decidimos por este último porque queremos pasar por las cuevas antes de la ascensión.

El camino empieza bien, una pista ancha con el cauce de la regata Asunkorta (seco, por cierto) a nuestra derecha. Enseguida pasamos junto a la cantera, donde se puede ver la entrada de la Cueva de Gingia. Seguimos subiendo y nos topamos con la chabola de Asunkorta, que nos deja flipando con su tejado de hormigón. Aquello debe pesar más que nuestras mochilas llenas de bocatas.

El sendero se adentra en un hayedo precioso y llegamos a una bifurcación: a la derecha, Mairuelegorreta; a la izquierda, el camino directo al Gorbea. Elegimos la derecha para luego hacer la bajada por el otro lado. Una alambrada corta el paso, pero ahí está la ataka, ese invento tan útil para los montañeros. Nos topamos con una sima con pinta de profunda y enseguida llegamos a las cuevas.

Primero entramos en Mairuelegorreta II, que tiene una mesa y bancos rústicos en la entrada. Aquí nos cruzamos con dos chavales de Vitoria, Fernando y Guille, que también van a subir por el espolón Igiñiger. Decidimos hacer equipo. Un poco más arriba está la cueva de Mairuelegorreta I, esta con barrotes pero abierta. Es un sitio mítico en el mundo de la espeleología, con más de 14 km de galerías. Además, dicen que es una de las moradas de Mari, la diosa de la mitología vasca. Ahí es nada.

Tras la visita, toca subir el barranco de Pagoluzeta, una subida dura pero espectacular. Nos guiamos por hitos y seguimos el cauce seco hasta llegar al muro calizo del espolón Igiñiger. La subida es empinada pero sin peligro, solo cuestión de paciencia. Una vez arriba, el terreno se suaviza y ya tenemos la cima a tiro de piedra.

El viento sopla con ganas y la niebla juega al escondite. Llegamos a la icónica cruz del Gorbeia, sacamos las fotos de rigor y nos largamos, porque hace un frío que pela y no se ve nada.

Bajamos por la senda Egillolarra hasta el refugio del mismo nombre, donde el sol decide salir justo cuando toca almorzar. Y aquí viene el momento cumbre del día: bocata de sardinas con cerveza. Esto ya es tradición y no se negocia. Tras reponer fuerzas, emprendemos el descenso final por otro bosque espectacular, con una bajada empinada al principio que luego se suaviza hasta llevarnos de vuelta a las canteras.

Como la ruta ha sido un éxito y el hambre aprieta, ponemos rumbo al restaurante Artzegi en Gopegi. Cazuelitas, birras y fin de fiesta redondo.

Hoy, con la compañía de Eneko, Jessica y las perritas Dru y Linda, que han subido y bajado como si nada. Nosotros, en cambio, mañana veremos qué tal nos sentimos de las piernas. Pero mereció la pena.


Track para el GPS:



Dejamos el coche un poco antes del parking de las canteras.

Retrocedemos unos 50 metros por la misma carretera hasta que encontramos el poste de señalización indicacando la dirección hacia Mairuelegorreta.

Un cartel nos recuerda que estamos en el Parque Natural del Gorbeia. Claramente el cartel nos indica que está prohibido partir en dos los coches, las motos, las tiendas de campaña, las latas de conserva, etc

Comenzamos por un ancho y cómodo camino a través de un precioso bosque con el cauce seco de Asunkorta a nuestra derecha. 

Hay buenos ejemplares de hayas que invitan a fotografiarlas.   

El área recreativa de las cantera desde la parte de arriba del camino.   

La 'Cueva de Peña Gingia'. 
Esta cueva permaneció inaccesible hasta 1977, cuando los trabajos de extracción de piedra por la empresa Aridasa destruyeron parte de su trazado y dejaron al descubierto la actual boca de acceso en el frente de cantera. La evidencia de que la actividad de la cantera afectaba negativamente al manantial de Sale el Agua, continuación del cauce hasta ese momento subterráneo de la corriente procedente de la cueva de Peña Gingia y destinado al abastecimiento de agua de Vitoria-Gasteiz, provocó un conflicto de intereses que se saldó con la paralización definitiva de la explotación en 1978. Tras la paralización de la actividad en las canteras, la degradada zona permanece varios años en un lamentable estado de abandono Finalmente, tras la creación del Parque Natural de Gorbea (1994), la Diputación procedió en 1995 a la rehabilitación de la antigua cantera y su conversión en área recreativa y zona de amortiguación de impacto del propio Parque Natural. (fuente Mendikat) 

La cabaña de Asunkorta. Me llama la atención el tejado de hormigón. Tiene que pesar una barbaridad.   
A la vuelta bajaremos por este estupendo bosque.
 

Esta haya ya dió todo lo que tenía que dar.   

El bosque está espectacular.   

Camino a Mairuelegorreta.    

Una puerta metálica nos cierra el camino. Pasamos por el paso habilitado.
 
Al lado de esta puerta metálica hay una sima protegida con un cercado.  

Llegamos a la cueva de Mairuelegorreta II. Aquí conocemos a Fernando y Guille, dos chicos de Vitoria. Un saludo para ellos si llegan a leer esto. Al igual que nosotros ellos van a subir al Gorbeia por el espolón Igiñiger así que desde aquí iremos todos juntos hasta la cima.

Una mesa y bancos rústicos en su entrada.
 

Seguimos subiendo un poco más, hacia la siguiente cueva.   

Mairuelegorreta I.  La boca de entrada tiene barrotes pero permance abierta. Esta cueva es uno de los grandes tesoros del Gorbeía y de Araba. Una de las cuevas de mayor valor espeológico de Euskadi. Es una de las dos moradas de Mari, la gran diosa de la mitologia vasca, en el macizo de Gorbeia. La otra morada es la cueva de Supelegor en Itxina.  
 
Sus casi 13 kilómetros de galerías le convierten en un referente de la espeleología vasca. La primera cartografía de la cueva data de principios del siglo XX. La realizó Luis Heintz, que otorgó a las distintas galerías nombres de calles vitorianas. También fue escenario de actividades culturales con carácter reivindicativo durante la dictadura, como el Festival Vasco-Euskal Jaia. Se celebró en 1963 en la gran sala conocida como La Plaza de Toros con la asistencia de 2.000 personas.   
Dejamos la cueva y faldeamos el monte por un precioso hayedo al encuentro del barranco de Pagoluzeta.
 

Ya vemos el cauce, también seco, del barranco de Pagoluzeta.   

Tras atravesar el cauce y ver un pequeño muro de roca caliza dejamos la senda y comenzamos a remontar el barranco de Pagoluzeta. Hay algunos hitos.  

La referencia es seguir el cauce. Comenzamos por la parte izquierda (según subimos) y enseguida nos pasamos al lado derecho que ya no abandonaremos.   

La subida es preciosa.   

La subida es empinadita.   
Más arriba, cuando el terreno comienza a ser más amable, vemos un muro de roca caliza, parte del espolón Igiñiger. Nosotros seguimos remontando el barranco dejando a nuestra izquierda el muro calizo. De seguir esta senda por la derecha iriamos a Dulao rodeando por la parte baja el espolón de Igiñiger.
 

Parte del espolón de Igiñiger.   

Remontaremos el barranco hasta su cabecera. En algún sitio he leido que se le conoce como el circo de Errekasiku.
 

Una mirada atrás donde despunta el monte Anboto.   

Todo este tramo también es precioso.

Un mugarri; límite provincial de Araba y Bizkaia. También es el limite de los municipos Zigoitia y Zeanuri.
 

Llegamos a la cabecera del barranco.   

Por aquí debe haber un manantial. el manantial de Errekasiku, pero no lo hemos visto aunque tampoco lo hemos buscado. Detrás de Eneko tenemos el espolón de Igiñiger donde se aprecia la senda, muy marcada,  que no presenta ninguna dificultad. 

También hay una buena dolina y parece, por lo que he visto en el mapa, tiene un sumidero.
 

 Comenzamos a subir el espolón. Buena cuesta.   

Aquí cada uno a su ritmo.  

Superamos esta primera subida y nos topamos con una loma donde la senda se dirige hacia otro pequeño muro rocoso. Aquí el terreno es mucho más suave. En esta zona no estamos tan protegidos y el viento comienza a notarse. El calor de la subida nos dura bien poco y tenemos que abrigarnos (yo al menos)
 
A lo lejos el monte Anboto.    

Fernando y Guille vienen poor detrás. Atrás el espolón Igiñiger; bueno, realmente seguimos en el espolón.  

Otra buena senda, muy marcada también, hace que superemos de manera muy fácil este segundo muro de rocas.
 

Una vez superado el muro se acabó el espolón. Ahora toca un paseo por la loma herbosa hasta llegar a la Cruz del Gorbeía. El viento sopla fuerte y las nubes pasan frente a nosotros. ¡Menuda diferencia de tiempo entre arriba y abajo!.   

La niebla viene y va mientras seguimos avanzando por esta alfombra de hierba.   

Pasamos por el túmulo de Igitaia II. Hay otro mugarri marcando el limite provincial entre Araba y Bizkaia.  Limite de los municipios de Zeanuri y Zuia. 
La visibilidad es de unos 50 metros

Al fin vemos la Cruz del Gorbeia.

Milagrosamente la niebla desaparece lo justo para poder sacar una foto en condiciones. Monte Gorbeía 1482 m. Techo de Araba y Bizkaia. ¡Casi nada!.
 
Cruz del Gorbeia.
 

La muga entre Araba y Bizkaia donde se encuentra la virgen de Begoña.   

La mesa de orientación.   

El buzón en la cima.   

Mucho viento. A Jessica le cuesta hasta ponerse la ropa. Hace frío y se está mal así que vamos a sacar cuatro fotos y nos vamos para abajo a buscar un lugar donde almorzar.
 

La amiga Jessica en el Gorbeía.  

La cima es un ir y venir de montañeros.
 

Comenzamos a bajar. Nos dirijimos hacia el monte Arroriano por marcado camino.
 

Llegando al collado entre el monte Arroriano y el Gorbei. donde hay un poste de señalización. 
Nosotros hacia las canteras, por la senda de Egillolarra.  

El monte Arroriano.
 

A nuestra izquierda (NE) vemos el espolón Igiñiger y distinguimos claramente la senda por la que hemos subido.   

Monte Arroriano.  

Bajando hacia Egillolarra. Aquí ya no hace tanto viento y de nuevo empezamos a sentir el calorcito.
 

Una bajada muy bonita y con buenas vistas.   

Vamos a almorzar en el refugio Egillollarra que se encuentra al comienzo del bosque que vemos en la foto. No falta nada.   

Refugio Egillolarra.    

Un buen bocata de sardinas.
 

Un sitio perfecto para almorzar.   

Después del almuerzo tenemos una bajada un tanto empinada pero sin complicaciones.   
Enseguida enlazamos con un camino más ancho y cómodo.
 

Volvemos a meternos en un precioso hayedo que hace que nuetro paseo sea una delicia.   

Pudiendome abrazar a mi prefiere abrazar al haya.   
El haya después del abrazo de Jessica. ¡Menos mal que no me ha abrazo a mi!.
 

Brezo blanco.
 
Por la senda Egillolarra bajando hacia las canteras.
 

Espectacular el bosque.   



Y tras una buena bajada volvemos al camino por el que comenzamos subiendo y llegamos al parking.
 
De camino a casa, a la altura de Aguran/Salvatierra, no hemos desviado para ir a ver el dolmen de Sorginetxe.
 
Agurain.
 
Y esto ha sido todo. Una ruta corta y muy bonita donde hemos subido uno de los grandes montes de Euskadi. 

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