Os presento este 'sencillo' recorrido que parte del pueblo de Revilla Cabriada (Burgos), digo sencillo porque, lo que se dice dificultad, no tiene ninguna, salvo la querer andar un poco más de lo habitual. Es un recorrido que transcurre principalmente por caminos rurales cómodos y que atraviesan bonitos parajes. Un recorrido que conecta con algunos de los pueblos cercanos a Revilla Cabriada (Revilla) que, aunque pequeños, siempre tienen su encanto. Hoy visitaremos los pueblos de Rabé de los Escuderos y Quintanilla de la Mata y también la villa de Lerma.
Mapa del recorrido:
Perfil del recorrido:
Track para GPS:
Comienzo este recorrido desde la plaza de Revilla donde se encuentra el Ayuntamiento y el bar. Hoy hace frío y además sopla un poco de viento por lo que toca abrigarse.
Cruzo la carretera y ya estoy llegando a las afueras (¡que rapidez!) para encaminarme primero hacia Rabé de los Escuderos (Rabé)
El arroyo de la Salceda (más adelante toma el nombre de arroyo de Revilla) viene cargado de agua debido a las lluvias que han caído recientemente. En verano la cosa cambia, a peor claro.
Tras pasar por lo que los revillanos conocen como el 'Molino del Zorro' llego un poco más adelante a una bifurcación. El camino más corto hacia Rabé es el de la derecha. Yo iré por el de la izquierda, por el camino Salgüero, porque mi intención es subir primero a la Sierra y después bajar a Rabé y este camino de la izquierda es lo más directo para lo que yo quiero hacer.
Una caseta de adobe a mi paso resiste el paso del tiempo. El adobe... 7.000 años antes de cristo ya se usaba y además resisten los terremotos mejor que el ladrillo.
Seguiré el camino que va paralelo al arroyo de Salgüero hasta dar con el camino que une Villoviado con Rabé siempre encarado a la Sierra.
Mirada atrás. La línea de monte en el horizonte será por donde haga la vuelta hacia Revilla, por el llamado Camino del Roble. En esta foto, por la parte izquierda, se aprecia el curso del arroyo de Salgüero que normalmente suele llevar muy poquita agua.
Esto es como un cuento: el cielo azul, las nubes blancas, los campos verdes... Resulta relajante caminar con este paisaj; aquí uno se empapa de tranquilidad.¡Hace rasca!. He de apretar un poco el paso para entrar en calor; el viento es frío y algo incómodo. Para evitar un futuro dolor de oídos me meto unos trozos de pañuelo de papel en los oidos. ¡Si si, reíros, pero a mi no me van a doler!
La Sierra con su manto de encinas domina el horizonte. Estoy pensando, que si subo a la Sierra y luego bajo, la ruta se me va a alargar y posiblemente no llegue a la hora de comer. Voy con dudas si subir o no. Debería de haber salido una hora antes pero estar de vacaciones es lo que tiene...
Cruzaré el Camino del Cercado, que si no me falla la memoria, antes no estaba en tan buen estado; parece que lo han acondicionado. Continuo de frente. Por aquí empiezo a echar cuentas del tiempo que me puede llevar subir a la Sierra y bajar y decido no subir para asegurar la hora de llegada a casa a la hora de comer.
Llego al camino que une Villoviado con Rabé y que hoy en día es parte del PR-BU 124 (Sendero del cura Merino) donde veré alguna baliza con la pintura blanquiamarilla. Una vez en este camino a seguirlo hasta llegar a Rabé.
Por mi derecha (noroeste) veo Lerma, la Villa Ducal. Dentro de poco andaré por allí pero todavía queda que esto, como quien dice, acaba de empezar.
Estoy llegando a Rabé. Primero me encuentro con un par de palomares. El de la foto: el palomar de Sabas (así reza en el mapa). La carne de pichón, todo un lujo para quien tenía un palomar.
Otro precioso palomar circular que me llama muchísimo la atención. Este palomar me parece superbonito (¿me estoy volviendo un moñas?, me da que si!)
Las bodegas de Rabé de los Escuderos. En estos pueblos no hay bares y las bodegas han sido y son los lugares de reunión.
Llegando al pueblo, entro por las eras.
Una galera (remolque agrícola) ¡Ostras! ¡y un campo de futbol de hierba! ¡que nivel!
Entrando en Rabé de los Escuderos. Pequeño pero precioso pueblo con buenas casas de piedra.
Aperos agrícolas en la era. Pero... ¿qué ven mis ojos? Una beldadora antigua.
Una vieja aventadora o beldadora en la era del pueblo de Rabé de los Escuderos. Su función era separar el grano de la paja después de haberse trillado en la era. Esta máquina se fabricaba aquí en España, principalmente en el pueblo de Casasola de Arión (Valladolid) y se vendía por todo el estado y en Portugal. A Casasola de Arión se le llegó a conocer como el pueblo de las beldadoras ya que llegó a tener unos 20 talleres dedicados a la fabricación de esta maquinaria agrícola.
Aquí un video interesante donde se ve esta misma maquina en marcha:
https://www.youtube.com/watch?v=6g8Z2euv5Rg
Una de sus calles que lleva a la plaza. El pueblo es pequeño pero lo tienen bien cuidado.
La plaza con su precioso pozo.
El pozo. Ahora el agua de la red pública se extrae de un pozo que se encuentra en lo alto del pueblo y dicen que tiene 200 metros de profundidad y que su acuífero podría abastecer a todo Lerma.
La iglesia de San Mamés es un templo de dos naves con muros de sillarejo y mampostería que conserva algunos vestigios románicos. Sobre el hastial norte se alza una preciosa espadaña con dos campanas. La portada es de medio punto.
Según el letrero de la fuente: paz y felicidad para mi (llego y me marcho). Bonita y MUY original fuente la que tienen en el pueblo. Está realizada con las piedras de lavar o hacer la lejía (lejía de ceniza).
Lavar y 'hacer la colada' para nosotros son palabras sinónimas pero antes, en los tiempos de nuestros abuelos, que no había lavadoras, eran dos procesos distintos. El proceso de lavado consistía en lavar las prendas en el río con jabón casero y hacer la colada era un proceso posterior al de lavado; consistía en blanquear las prendas después de lavadas. Para este proceso se usaba un colador, de ahí viene 'hacer la colada'. No había lavadoras y no tenían lejía para blanquear así que la lejía se la tenían que fabricar y lo que hacían era un tipo de lejía llamada 'lejía de ceniza'; la ceniza de la madera quemada la iban guardando. Sin entrar mucho en los detalles, lo normal para hacer la lejía era usar un cesto que se ponía sobre la piedra basal (la de la foto con los surcos). Dentro del cesto se metían las prendas y se ponía una tela de lino o esparto para que hiciera de filtro. Sobre esta tela se echaba la ceniza. Después se hervía agua y se vertía en el cesto lentamente. Las sustancias alcalinas de la ceniza se disuelven con el agua caliente y lo que se va colando e impregnando las prendas es la llamada lejía de ceniza. El liquido sobrante llegaba a la parte inferior del cesto y los surcos de la piedra que hacían de desagüe, lo canalizaban hasta otro recipiente. Después el proceso se podía volver a repetir. Una vez hecha la colada tocaba aclarar la ropa en el río y tenderla al sol. Este proceso solía hacerse una o dos veces al año. Imaginaros si ha supuesto un gran avance la lavadora.
¿A que es original la fuente?
Continuo mi camino, ahora hacia Quintanilla de la Mata mientras dejo atrás Rabé de los Escuderos, un pueblo que sin duda bien merece una visita.
Otro palomar a la salida del pueblo.
Por el paraje de Venta Caída, las pequeñas colinas, ahora repletas de brotes verdes de trigo o cebada, ahora mismo no soy capaz de distinguirlo, junto con algunas encinas forman un precioso paisaje, de esos que pueden servir perfectamente como salvapantallas del ordenador. Si es que parece que estoy llegando a Hobbiton y en cualquier momento se me aparece Gandalf el Gris en su carruaje.
Rabé de los Escuderos ya va quedando atrás.
Llego a un cruce,situado en un alto y veo la cercana cantera 'El Risco' perteneciente a Lerma.
Hacia el noreste, en la lejanía, el inconfundible perfil de las Mamblas.
Tenadas en el paraje de San Andrés.
Tras pasar por las tenadas llego a un cruce donde encuentro una charca. Aquí giro a mi derecha (noroeste) para dirigirme hacia una lejana nave o cochera donde muy cerca se encuentra el túnel que pasa bajo la autovía A1 y que me llevará a Quintanilla de la Mata.
la nave o cochera más cerca.
Ya escucho el paso de vehículos por la autovía.
Llego a la nave.
y justo al lado se encuentra el paso bajo la autovía.
Tras cruzar el túnel llego enseguida a Quintanilla. Ahora toca darse una vuelta por el pueblo.
Lo primero que uno se encuentra junto a la carretera es la ermita de San Roque
Entro en el pueblo, en una de sus plazas. Encuentro un fuente de doble caño con pilón.
¿Y esto?. Han firmado la casa. Le han puesto las letras iniciales de los dueños. Son las casas de dos hermanos: Eliseo García Rodriguez y Marceliano García Rodriguez.
La fuente de doble caño y el pilón. En verano que bien tiene que venir este pilón para meter los pinreles.
Por las calles de Quintanilla de la Mata. Me dirijo al alto del pueblo donde suele estar la iglesia.
paso por su ayuntamiento.
y llego a otra plaza a los pies de la iglesia de San Adrián.
La iglesia tiene dos accesos. Uno de ellos son estas escaleras. Estas son para los que tienen las rodillas sanas. Los que usan bastones, cachavas, muletas o tienen artritis tienen que ir por el otro lado.
Esta es la entrada principal. Esta si, esta ya está más acondicionada, hasta para sillas de ruedas.
Sobre la puerta de entrada de la iglesia un elemento decorativo llamado venera invertida (concha) que aparece en numerosas iglesias de los siglos XVI y VXII
El pretil. Lo que no habrán escuchado estas piedras...
Vistas de la plaza desde el alto de la iglesia.
Voy buscando la salida del pueblo por su parte alta. Me llama la atención la cantidad de rejillas que hay en una pared. Son rejillas que se usan en las colmenas. Aquí alguien tiene muchas colmenas.
Llego a la zona de las bodegas que se encuentran en una pequeña colina mirando al norte.
Tras cruzar la carretera dejaré atrás Quintanilla de la Mata. Ahora seguiré de frente por los parajes de La Loma y Valdelasquintanas
Mirada atrás dejando las bodegas de Quintanilla de la Mata
Al poco de comenzar por este camino llego a unas ruinas de una tenada o quizás algún lagar.
¡Vaya!, ¡aquí están las colmenas!. Imagino que el dueño será el mismo que el de las rejillas.
Haciendo uso de la supervisión de la cámara veo como Lerma va apareciendo a lo lejos.
Toda esta zona también es muy bonita.
Estos verdes me tienen enamorado.
Por ahí, a lo lejos anda Revilla pero no logro distinguirla.
Una panorámica de Lerma desde estos altos por los que voy. Creo que ando por el paraje de Las Tolotas
Otra vez Las Mamblas como telón de fondo.
La Peña Valdosa y el Pico de la Sierra al fondo.
Lerma cada vez más cerca
Por allí la estación de tren y un par de silos (los edificios grandes).
Al llegar al paraje El Señor comienzo a bajar hacia Lerma.
De pronto un ciervo, o un corzo, no lo sé, sale corriendo.
¡Como corre!. Justo me da tiempo a disparar tres fotos.
¡Que gozada ver un animal de estos en libertad!
Me dirijo al túnel bajo la A1 y hago mi entrada en Lerma.
Un camino por el paraje Tras los Huertos me llevará a la parte más occidental y baja de Lerma.
El camino por el que voy va paralelo al arroyo de Revilla.
Entro en el núcleo urbano de Lerma.
Me dirijo al Arco de la Carcel una de las entradas al centro histórico de Lerma
Letrero con información sobre la Villa Ducal.
El Arco de la Carcel.
Al finalizar el S. IX Lerma se encontraba amurallada es la única puerta de las cuatro que tuvo. Era la puerta principal de la muralla medieval. Compuesto de un arco torreado flanqueado por dos cubos defensivos con saeteras. Al interior se accede con una escalera de caracol. El cuerpo superior, de ladrillo, es una ampliación de 1610 realizada por el Duque de Lerma para que sirviera de cárcel. (fuente www.arlanza.com)
La antigua N1 que atraviesa Lerma.
Tras atravesar el Arco de la Cárcel se llega al casco urbano medieval con sus típicos soportales; antigua plaza medieval cuando estuvo amurallada.
La calle Mayor que asciende hacia la Plaza mayor. Esta es la calle principal de Lerma donde están muchas de las tiendas.
Llego a la Plaza Mayor donde se encuentra el Palacio Ducal de Lerma convertido hoy en día en Parador
Al lado del parador se encuentra el convento de San Blas
La Plaza mayor sirve de aparcamiento y un día a la semana montan el mercadillo, creo que los miércoles.
Voy atravesando la parta alta de Lerma al encuentro del Camino del Roble por el que iré hasta Revilla y paso por la plaza de toros.
Junto a la plaza de toros el depósito de agua.
Ya veo mi camino.
Desde el Camino del Roble tengo una estupenda visión del valle del Arlanza. Al fondo se aprecian las Mamblas.
Mirada atrás y Lerma que ya se va quedando lejos.
Una foto hacia la zona de Quintanilla de la Mata por donde he andado.
Camino del Roble.
En todo el camino hay muchos pinos y encuentro multitud de orugas; procesionarias del pino. Hay que tener mucho cuidado con estas orugas porque sueltan pelillos urticantes que pueden provocar serias irritaciones en nariz, ojos y garganta. No tocarlas y observarlas de lejos. Para los perros pueden ser mortales.
Este camino está entretenido, es como una pequeña montaña rusa que sube y baja.
No me canso de mirar esta maravilla de paisaje.
El pueblo de Villalmanzo a lo lejos.
Como he dicho antes hay muchos pinos.
Llego a la tenada del Roble que da nombre al camino. Está en ruinas.
A lo lejos veo el vértice geodésico de los Gallegos. Allí es donde me dirijo.
Ya lo tengo a tiro de piedra.
Los Gallegos. Revilla Cabriada aparece por el fondo. Ya estoy llegando a casa como quien dice.
Vuelvo al camino y ahora para Revilla.
Abajo veo la centralita blanca. La de veces que habremos ido a bañarnos al río Arlanza caminando desde Revilla hasta esa centralita...
Desde este pequeño alto veo el pueblo de Santa Inés que está al otro lado del río Arlanza.
Al fondo el depósito. Pasaré cerca.
El campanario de la iglesia de Santa Elena aparece.
El depósito.
Y ahora toca bajar a las eras de Revilla. Van apareciendo las bodegas del pueblo.
Llegando a las eras.
Entrando en el pueblo.
El cementerio lo dejo atrás.
El arroyo Vegarroyo a su paso por Revilla.
Y fin de ruta. He llegado a la hora de comer y os tengo que dejar que vengo con hambre.
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