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martes, 4 de febrero de 2020

Valle de Leitzaran: Arrisario, Kiriki y Muñotsa

Este finde nos hemos dado un paseo de los buenos por el valle de Leitzaran. Salimos desde Andoain con idea de hacer una circular guapa, de esas que combinan historia, naturaleza, escaleras imposibles y un poco de sudor del bueno.

La ruta arranca tranquilita por la vía verde del Plazaola. Son unos siete kilómetros de calentamiento, entre túneles, historia ferroviaria y vistas bucólicas. A la altura del puente de Inturia dejamos la vía verde y cruzamos al otro lado del río. Las marcas del GR-285 (la Mendibai ibilbidea) nos van guiando cuesta arriba hasta que, al poco, cogemos un desvío por la derecha.

Ahí empieza lo bueno: Kanalaundi, también conocido como el canal de las mil escaleras. Este canal es una obra de ingeniería que parece sacada de una peli de aventuras. Vamos caminando por su vía de servicio, una delicia de sendero suspendido sobre el valle, hasta que el canal se mete por un túnel bajo las peñas de Arrisario.

Y aquí llega uno de los momentazos del día: las escaleras de Arrisario. Unas escaleras que trepan por una horcada entre las rocas, con ese aire de sitio secreto que solo conocen los duendes del bosque. Una vez arriba, ya en la loma, vamos bordeando el roquedo de Arrisario por la derecha hasta llegar al collado del mismo nombre. Hay unas bordas en ruinas que parecen sacadas de un cuento. Silencio, musgo, piedras viejas… magia pura.

Desde ahí, seguimos ascendiendo hacia otro rincón especial: Kiriki. Mismo patrón que Arrisario: roquedo, bordas caídas y ese ambiente de lugar olvidado. El terreno se pone más salvaje, ramas caídas, alguna carbonera escondida… pero el sendero se deja llevar. Poco a poco vamos remontando la ladera hasta que se abre el bosque y aparecen las vistas.

El siguiente hito es la cota de Muga, donde nos topamos con una estela dedicada a Ijitu. Parece un menhir, con su aura misteriosa y todo. Desde aquí se ve medio mundo: el macizo del Ernio, Donostia al fondo, el Adarra enseñando la patita… Un sitio para sacar la cámara y flipar un rato.

Un último esfuerzo nos lleva a la cima del monte Muñotsa, con su vértice geodésico y un buzón discreto. Buen sitio para el bocata, la foto de grupo y un respiro. A 450 metros, escondida entre árboles, encontramos la borda de Olantza, otro rincón que bien merece el desvío.

El descenso lo hacemos por pista, dirección al collado de Belabieta, pero sin llegar hasta él. En vez de eso, nos desviamos hacia Onddobe (hay una caseta de gas como referencia) y de ahí seguimos bajando hasta el collado de Mandabieta, un cruce importante de caminos.

El último tramo lo hacemos ya por sendero más cómodo. Pasamos por el bonito Puente de las Brujas (Unanibiako zubia), donde nos echamos unas risas porque el lugar tiene su punto místico. Desde ahí enlazamos con el antiguo canal de Lizarkola, convertido hoy en un paseo perfecto para rematar la ruta sin castigar las rodillas. Entre pescadores de trucha y rincones con encanto, llegamos a la antigua papelera de Leizarán y, tras un pequeño tramo de carretera, entramos de nuevo en Andoain.

Y claro, como manda la tradición, cañas en el bar Leizarán mientras esperamos al tren de vuelta. Día redondo: buena compañía, buenos paisajes y muchas ganas de repetir.


Track para GPS:





Fotoreportaje:



Desde Donostia nos hemos desplazado hasta Andoain en el tren de cercanías.


Vamos al encuentro de la Vía Verde del Plazaola (Plazaolako bidea). Por ella caminaremos unos 7 Kms, hasta el puente de Inturia.




Al llegar al viaducto de Auzokalte vemos un árbol singular: el tragaseñales. Hay muy pocos en el mundo. Cuenta la leyenda que los jovenes virgenes mayores de 40 podían acabar devorados si se quedaban dormidos apoyados en su tronco.


Cruzando el viaducto de Auzokalte.


Túnel de Otieta.


En la salida del túnel encontramos una cruz de piedra caliza en homenaje a Rosendo Recondo,que falleció al ser atropellado por el tren del Plazaola. Este trágico incidente ocurrió el 28 de junio de 1957. En ese momento, el servicio principal del ferrocarril ya había cesado años antes debido a las inundaciones de 1953, pero aún se realizaban algunos viajes locales para el transporte de madera entre Olloki y Andoain. Según se relata, el párroco fue arrollado por el tren cuando regresaba de confortar con el santo viático a un aldeano enfermo


Ya lo dijo el astronauta Armstrong al llegar a la Luna: "Este es un pequeño caballo para el hombre y un gran hombre para la humanidad"... o algo parecido, creo recordar.


Por la Vía Verde.


Llegamos a la altura de las famosas 'mil escaleras' que comunican la central de Iberdrola con el deposito de carga del canal de Iberdrola, popularmente conocido como canal de las mil escaleras. Pues estas son.


Tres personas bajando por las escaleras.


Muy cerca, desde la central de Bertxin, salen las '500 escaleras' hacia el depósito de otro pequeño canal.


El barranco de Arrilimuri erreka a la vera de nuestro camino. Con más agua todos estos saltos tienen que estar muy bonitos.


Desde este punto del recorrido vemos la zona de bertxin donde se encuentra la visera de Bertxin.


Antes de llegar a la visera pasamos por Bertxingo iturria (la fuente de Bertxin).


Un caño muy original.


Un poco más adelante de la fuente llegamos a un lugar emblemático en el valle de Leitzaran: la visera o txapela de Bertxin, también conocido como Sorgin-bide. En la construcción del trazado del tren excavaron un túnel completamente pero posteriormente se realizó una correción en el trazado pasando por este resalte rocoso el cual tuvieron que rebajarlo dejando el saliente con forma de visera.


Por nuestra derecha comenzamos a ver el espolón rocoso de Arrisario.


Este es uno de los objetivos de esta ruta. Nos dirigimos hacia un paso que hay en esas rocas. El kanalaundi (mil escaleras) pasa bajo esas peñas a través de un túnel. La vía de servicio entre la entrada y salida del túnel pasa por esas rocas, por una de las horcadas que hay. Por el otro lado de las peñas la ladera es bastante empinada y se construyeron unas escaleras para facilitar el ascenso/descenso hacia el canal. Esas escaleras son las escaleras de Arrisario. No estoy seguro del todo pero creo que la horcada por donde pasamos es la que muestro en la foto, aunque hay otra un poco más arriba mucho más ancha.


El paso mucho más cerca.


Esta es la otra horcada, pero la veo demasiado grande. No lo tengo claro.


La gente de charleta


Llegando al puente de Inturia.


Puente de Inturia. En la otra orilla se encuentran algunos vestigios de la ferrería de Inturia. Aquí abandonamos la Vía Verde y continuamos por el camino que asciende. Las marcas blanquirrojas del GR-285 (Mendibai ibilbidea) nos acompañaran durante un kilómetro.



Tras pasar el puente nos topamos con el caserío Inturia que era la vivienda de los de la ferrería.


La amiga Mailu está contenta. No me extraña, con semejantes vistas y entorno por el que andamos no es para menos. También es posible que se esté riendo por alguna chorrada que le haya dicho.


Al fondo la cima del monte Muñotsa por donde más tarde andaremos.


Llegamos a Kanalaundi. A partir de aquí iremos por el canal hasta que el mismo se meta bajo las peñas de Arrisario.


En el canal veremos diferentes chapas con letra y número. El significado de las letras: A=Aliviadero; P=Puente; C=Compuerta; T=Túnel. El número es el número de cada elemento desde el inicio del canal. También hay chapas en algunos puntos que indican la distancia en metros desde el inicio del canal. En la foto estamos pasando por el puente nº 9.


Caminar junto al canal es una auténtica gozada.


Una cabaña destrozada  junto al canal.


Hoy ha salido un día veraniego, y eso que estamos a primeros de febrero. Nos sentamos en un tramo del canal donde da el sol para picar algo antes de continuar.


Seguimos disfrutando del canal y su entorno.


Las zonas del muro que están rebajadas son aliviaderos. Pasamos por el primero (desde que hemos comenzado en el canal). Es posible que con más agua en estos aliviaderos encontremos algo de agua,por lo que hay que tomar precauciones para pasar y evitar resbalones.


El aliviadero desde otra perspectiva.


Cadena y escaleras. Colocadas a modo de salvavidas por si alguien se cae al canal (si no se ha muerto antes de hipotermia, claro). No hay muchas y están bastante espaciadas.


A la altura del puente nº 11.


Nos encontramos a 6700 metros del inicio del canal.


En el kilómetro siete un indicador. Estos indicadores son más viejos que las chapas.


Vistas del valle de Leitzaran desde el canal donde asoman los montes Azketa, Etzala, Unamuno, Leuneta.


Llegamos a otro aliviadero o al menos eso creo yo (no me fijé si había chapa). Toca ir sobre el muro unos siete metros. Hay un poco de altura pero se pasa muy bien si no tienes problemas de vértigo.


El amigo Jesús pasando este tramo.


El resto del grupo vienen detrás.


Aqui el canal se mete bajo la montaña. Hemos llegado a Arrisario.


El camino de servicio del canal no está en condiciones para pasar, ya que en la otra parte la ladera ha sepultado el camino. Hay que hacerlo bajando un poco del canal y volviendo a subir.


No hay problema, bajamos un poco y retomamos el camino uno metros más adelante.


El terreno es algo incómodo pero es mejor esto que intentar pasar por arriba y darte un hostión.


Desde esta perspectiva se aprecia como el camino va a menos y apenas hay terreno firme.


Ya estamos todos en el camino. Ahora a disfrutar de un bonito tramo hasta llegar a las escaleras de Arrisario.


Un hongo yesquero.


El espolón rocoso de Arrisario enseguida asoma entre las ramas de los árboles.



Llegamos a las escaleras en cuestión.


Escaleras de Arrisario. La verdad es que... ¡en menudos sitios construían.!


Mirada atrás desde el comienzo de las escaleras.


En la parte de arriba.


Vistas de las escaleras desde arriba.


Es un paso muy bonito. El lugar es encantador.


Desde la horcada vemos enfrente el canal de Artzelai que cruza las peñas de Artzelai.


Se aprecia que hay una barandilla pero hay un tramo que le falta. Parece que hay bastante patio.


Una vez pasado el paso nos dirigimos llaneando hacia la loma del monte.


Una vez en la loma tiramos para arriba en dirección Sur (S). El camino asciende hasta toparnos con el roquedo de Arrisario.


Vemos alguna carbonera a nuestro paso.


Llegando a la parte alta empiezan a aflorar multitud de rocas cubiertas con un musgo de color verde radioactivo.


Un lugar precioso. Ahora teneos que ir bordeando por la derecha todas estas rocas hasta llegar al collado.


Que bonitos son estos hongos yesqueros.


Llegamos al collado de Arrisario. Nos quitamos el sombrero y caemos todos rendidos bajo el hechizo del lugar.


Ruinas de una borda.


El roquedo de Arrisario y sus bordas en ruinas.


Interior de una de las bordas.


Naturaleza muerta.


Después de un buen rato en Arrisario seguimos nuestro camino, Ahora toca ir subiendo hacia Kiriki.


Es un terreno bastante salvaje, con mucha rama y árboles caidos, pero hay una senda por la que se sube perfectamente.


Las peñas que vemos son las peñas de Putrearkaitza.


Poco a poco vamos remontando la ladera.


Algún árbol caído nos saca del camino para buscar el mejor paso.


Y todo cuesta arriba, sin descanso.


Un claro en el bosque nos permite ver los montes Aizkorriko y Onddo separados por el amplio collado de Usabelartza.


Las peñas de Artzelai.


La subida se modera al llegar a Kiriki donde comenzamos a ver su roquedo.


Bailar pegados es bailar...


Este es otro lugar donde podría pasar horas.


Borda en Kiriki.


Me acerco al roquedo.


Y me asomo por el otro lado a ver que veo. Esto es lo que se ve. Una zona de rocas muy caótica pero muy bonita.


El collado de Kiriki visto desde el roquedo.


De Kiriki a la cota de Muga tenemos otro buen cuestón.


Mirada atrás.


Usando mi poder se supervisión veo el pueblo de Andoain.


El bosque desaparece y comenzamos a tener vistas despejadas. Una gozada. En esta foto el macizo del Ernio.


Usando la supervisión.


La verdad que el zoom de la cámara me está sorprendiendo. Veo el gazume casi como si estuviera al al lado.


Un bonito paso entre rocas llegando a la parte de arriba.


Vista del monte Belabieta.


Hay gente en la cima.


Las maravillosas vistas que tenemos.


Alcanzamos la cota de Muga. Como se puede ver en la foto hay una piedra, tipo menhir, donde se homenajea a un abertzale llamado 'IJITU'


El grabado sobre la piedra.


Estaban todos menos yo.


Ahora voy a jugar un poco con la cámara. A lo lejos Donostia.


Igueldo.


La zona alta del seminario


El adarra que nos enseña la patita.


El precioso barrio de Elizmendi (Asteasu).


Yo también estaba.


La amiga Mailu.


Aizkorriko, Onddo y Zaburu


Aizkorriko


En esta se ve hasta el vértice.


Cima del monte Onddo.


Las peñas de Artzelai.


el canal que pasa por sus peñas.


De Muga a ala cima de Muñotsa pasamos por la muga de Elduain/Berastegi


Cima de Muñotsa. Buzón y vértice. Buenas vistas.



Foto del grupo en la cima de Muñotsa. Foto cortesía de Pili. De izquierda a derecha: Jesús, Kasi, Caro, Mailu, Hanks y Beltri.


De Muñotsa hacia la borda de Olantza que está a unos 400 metros.


Borda de Olantza. Situada también en un bonito rincón.


Por la pista que va hacia el collado de Belabieta, al que no llegaremos, pasamos junto a la fuente de Arnabar (Arnabarreko iturria). Agua muy fría, buenísima.


Fuente construida por el Grupo de Montaña Euskalduna de Andoain


Antes de llegar al collado de Belabieta tomamos una pista que desciende suavemente hacia el collado de Onddabe, donde hay una caseta de gas.


Cerca del collado, Ondoko borda.



De Onddabe continuamos por la pista hacia el collado de Mandabieta. Vistas hacia Andoian y el monte Buruntza.


El bonito pueblo de Aduna.


Llegamos a Mandabieta, cruce de caminos. Por la derecha está el camino que va hacia el deposito de carga del canal de las mil escaleras. Nosotros seguimos de frente.


En el siguiente cruce tomamos el camino de la derecha que bordea los montes Belabi y Onddabe.



El valle de Leitzaran. Abajo los caseríos Presaburu y Ormazu.


El río Leitzaran.


El camino por el que veníamos sale al cruce de Urrizti donde enlazamos con el PR-GI 161. Tomamos el camino que desciende hacia el Puente de las brujas (Unanibiako zubia)


El puente de las brujas a la vista.


Los tres 'pilares de Unanibia' que se ven desde el puente se cree que están relacionados con la presa y canal originales de Lizarkola.


Va a ser verdad que es el puente de las brujas jajajaja


Un rincón precioso.


Para volver a Andoain lo hacemos por el antiguo canal de Lizarkola convertido en un estupendo paseo.


Muchos pescadores de trucha había en el río.


Pasamos por el acueducto de Lizarkola.


Salimos del canal a la altura de la antigua Papelera de Leizarán


Continuamos un pequeño tramo por la carretera hasta llegar al núcleo urbano de Andoain.


Y mientras esperamos al tren nos acercamos al bar Leizarán a tomar unas cañas.

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