Inicio

miércoles, 24 de julio de 2019

Artikutza: entre tejos, hayedos y viejos caminos mineros

domingo, 21 de julio de 2019

Huyendo de los calores sofocantes nos hemos acercado a la finca de Artikutza, buscando el frescor y la sombra de sus bosques. En esta ocasión hemos decidido bajar desde Eskas hasta el poblado de Artikutza por la pista de tierra que bordea por el norte y oeste las laderas de los montes Exkar y Putrarrita, una pista muy cómoda y siempre bajo la agradable penumbra de un magnífico hayedo.

El motivo de la elección no ha sido otro que conocer una de las dos poblaciones de tejos que existen en Artikutza. Ambas se encuentran en la parte norte del parque, pero la que nos interesa hoy es la situada en el paraje de Mintegixar. La mayoría son ejemplares jóvenes, aunque también se conservan algunos de buen tamaño. Se cree que en esta zona habitan los tejos más antiguos del valle, quizás con más de 350 años. Nosotros nos conformamos con ver los que crecen junto al camino, fácilmente reconocibles por su tono verde oscuro —más profundo que el de las hayas— y por las múltiples ramas que brotan directamente del tronco.

Conocer esta pequeña población de tejos, y de paso disfrutar de este precioso camino, ha sido la principal motivación de la ruta. La pista ancha por la que avanzamos termina de forma repentina, pero un sendero hitado continúa hacia arriba, ganando altura mediante un par de lazadas hasta enlazar con otra pista similar. En la subida se pueden ver antiguas carboneras, testigos del aprovechamiento tradicional del bosque.

Más adelante, por el paraje de Buarrin, la pista nos saca a la carretera que baja al poblado. La cruzamos para atajar por el monte, enlazando más abajo —en Txuloprinta— con el camino del tren, balizado como PR-NA 124. Antes de descender definitivamente al poblado, un cruce con señalización nos invita a desviarnos un momento para visitar la antigua estación del tren minero y la parte superior del plano inclinado, por donde descendían las vagonetas cargadas de mineral desde las minas de Elama. Un panel informativo explica con detalle el curioso sistema de funcionamiento.

Una vez en el poblado de Artikutza, hacemos la merecida parada en el Ostatu, un lugar que siempre apetece. Desde allí subimos al muro del embalse, o mejor dicho, del antiguo embalse, ya que hoy el vaso está completamente vacío. En su lugar, la pequeña erreka Enobieta serpentea entre los lodos, abriéndose paso pacientemente mientras el entorno se recupera poco a poco.

Para regresar, continuamos por el camino de Elizmendi, pero en vez de seguir hacia la cascada de Erroiarri, tomamos un precioso sendero, el Bidango bidea, que asciende entre hayas hasta el collado de Burnaiztieta, donde se encuentra la borda de cazadores Gaztin-Borda. Espectacular también este tramo —aunque, siendo sinceros, en Artikutza todos los caminos lo son—.

Desde Burnaiztieta regresamos a Eskas siguiendo sin pérdida las marcas del PR-NA 125, otro recorrido magnífico, repleto de rincones encantadores.

Una vuelta fantástica, siempre por monte y bajo el cobijo de hayedos impresionantes. Así es Artikutza, un auténtico tesoro natural que nunca deja de sorprender.


Track para GPS:






Fotos:
Como casi siempre que se va a Artikutza la ruta comienza en Eskas, 'la casa del guarda'.



Inicio de la pista que bordea los montes Exkax y Putrarrita


Comienzan a aparecer lo tejos pequeños.


Más abajo se ven un par de tejos.


Este junto al camino.


Este ya es más hermoso. También junto al camino.


Continuamos por esta bonita pista. Vamos atentos pero no vemos más tejos. Todos se concentraban en un pequeño tramo.


La pista ancha termina repentinamente y debemos de continuar por esta bonita senda. Más arriba enlazaremos con otra pista.


Una roca que ha subido desde el suelo con el crecimiento del árbol.


Esta es la pista superior después de la bonita senda de subida. Por aquí hay algunos rincones muy bonitos.


Últimos metros de la pista antes de salir a la carretera.



Tras enlazar con el camino del tren, PR-NA 124, nos desviamos del camino para ver la estación del tren minero.


El edificio para realizar las labores de mantenimiento de la locomotora. Se aprecia muy bien el foso para acceder a los bajos de la máquina.


Algunas vagonetas sobre una pequeña vía para que la gente se haga una idea de como era el tren.


La parte superior del plano inclinado.


Usaban el agua como contrapeso en la vagonetas vacías para subir las llenas. Nada de electricidad. Todo con la fuerza de la gravedad.


Llegamos al bonito poblado de Artikutza.


Olajaundi.


El Ostatu, donde hay mesas y maquinas, de café y refrescos.


Juego de agua.


Abandonamos el poblado por el camino que pasa junto al lavadero. Nos dirigimos al muro de la presa.


Parte superior del muro de la presa.


Imagen del 'pantano' de Enobieta sin agua.


Esta construcción imagino que ya estaría antes de llenarlo.


Después de visitar el muro de la presa continuamos subiendo por el camino de Elizmendi. Una gozada de camino.


En un punto determinado de la subida, en vez de continuar por la senda que va hacia la cascada de Erroiarri y Eskas, cogemos otra senda que sube hacia Bidango Gaña. El camino es una preciosidad.


Ya estamos casi arriba, en el cordal.


LLegamos al cruce de Elutxo. Desde aquí se puede bajar a una pequeña cima de nombre Utxa o ir hacia el Pagolleta. Nosotros hacia Eskas.


LLegamos al collado de Burnaiztieta donde se encuentra la borda de cazadores Gaztin-borda.


De camino a Eskas por el PR-NA 125. Precioso camino.


Muchas raices por todo el camino.


Eskas, donde como veis, está ocupado por un equipo de rodaje de alguna película.

2 comentarios:

  1. Genial. Es un lugar único. Yo recuerdo haber ido desde Exkax por Burnaiztieta, que creo que es Arantza, al lago de Domiko y subir al monumento al padre Donostia en Agina (Lesaka). (H)Agina ya indica la existencia de tejos. Artikutza es un lugar maravilloso. Que nos dure muchos años. Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Juli Gan,
      Por Burnaiztieta pasa la muga Goizueta-Lesaka. La borda de cazadores pertenece ya a Lesaka, al igual que Domiko y Agiña. El camino desde Eskax es muy bonito. La vista desde el cordal fantástica. Toda esa zona que comentas es un paraíso de tranquilidad.No me acordaba lo que significaba Agiña, gracias. Desde luego la toponimia dice mucho del lugar. No he estado muchas veces por Agiña pero no me suena de haber visto tejos. La próxima vez tendré que ir atento. Coincido contigo de que Artikutza es un lugar maravilloso. Cien años sin ninguna actividad han servido para darle la vuelta y convertirse en un paraíso.

      Un saludo.

      Eliminar

Puede dejar aquí su comentario y en breve será publicado