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sábado, 8 de julio de 2017

Artikutza: las minas de Elama, el cordal sur y el canal de Erretena

La semana pasada fui con Beltri a Artikutza. Llevaba tiempo con ganas de conocer tres lugares concretos dentro de esta joya natural:

1 - El coto minero de Elama
2 - Algunas cimas del cordal sur que limita la finca
3 - El canal de Erretena, uno de esos senderos escondidos y llenos de historia

Y este recorrido mata los tres pájaros de un tiro. Una ruta preciosa, como todas las que se pueden hacer en Artikutza, que combina historia, naturaleza y montaña.

Preparativos

Unos días antes de la salida solicité al Ayuntamiento de Donostia el permiso para poder bajar en coche hasta el poblado de Artikutza, ya que el acceso está restringido. Me lo concedieron el mismo día. Y menos mal: la ruta, saliendo desde el poblado, ya suma 26 km y 1.500 m de desnivel positivo; si la hubiéramos hecho desde Eskas, habría que añadir otros 11 km más. Así que sí, merece la pena hacer el trámite para empezar desde abajo y disfrutar con calma.

La información sobre minas y seles la he sacado de varias fuentes, principalmente de publicaciones de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, de Mikel Erriondo y de Lidia Montesinos.

Inicio del recorrido: el poblado de Artikutza

Llegamos al poblado sobre las 08:00, aparcamos junto al Ostatu Zahar, y nos tomamos un café antes de empezar. El local tiene máquinas de vending (cafés y bebidas), mesas, fregadero y baño. Enfrente está Olajaundi, la antigua casa del propietario de las ferrerías.

Nada más empezar a andar ya se respira el ambiente del pasado: la báscula junto al camino, los caseríos antiguos, el murmullo del río Artikutza… Un lugar detenido en el tiempo.

Salimos hacia el frontón y seguimos por la pista de Olazubieta. Dejamos una serrería a la derecha, pasamos junto a la caseta de los contenedores y tomamos un desvío a la izquierda, cruzando el puente sobre la erreka Urdallue.

El sendero sube fuerte, con alguna zeta, por un bosque impresionante de hayas. Más arriba se bifurca: por la izquierda se iría al collado de Soroaundi (y las cimas de Etzanleku y Otarán), pero nosotros seguimos por la derecha, flanqueando el cordal.

El sendero es una maravilla, llanea entre hayas majestuosas y termina desembocando en el Goizaringo Bidea, muy cerca del collado de Otan.

El sel de Goizarin y su artamugarri

Junto a la pista, encontramos una piedra cilíndrica: un artamugarri, el mojón central del sel de Goizarin.
Los seles eran espacios de uso restringido dentro del monte comunal, quizá para pastoreo, carbón o leña. El artamugarri marcaba su centro, y solía tener grabados o marcas radiales que indicaban la dirección de los mojones exteriores (baztermugarris).

Este tipo de estructura es típica en la zona de Goizueta, y aparece ya en mapas de 1792 como áreas comunales pertenecientes a la Colegiata de Roncesvalles.

Camino al coto minero de Elama

Desde el artamugarri seguimos por bosque en busca de la senda que lleva a las minas de Elama. Al principio la traza no está clara, pero enseguida aparece y se sigue sin problema.

El hayedo es impresionante, con grandes hayas trasmochas y restos de carboneras (txondorras), testigos del pasado ferrón de la zona. El silencio es absoluto, roto solo por el viento y alguna rama que cruje.

En el paraje de Arritxabaleta aparecen mojones de piedra caliza con el símbolo de la Colegiata de Roncesvalles, delimitando antiguos terrenos mineros o seles.

Poco después llegamos al coto minero de Elama, donde se explotaron las minas de San Antonio, San Pablo, Virgen de Begoña, Fecundidad e incluso una llamada Enriqueta (según los documentos, seguramente relacionada con el famoso Antonio, santo por aguantarla, como decimos en broma).

El cañón de Elama

Pronto nos topamos con el gran corte del monte, conocido como “el cañón”.
Un impresionante socavón de 44 metros de profundidad, fruto de siglos de extracción de hierro. El mineral —hematites, limonitas, siderita— se extraía primero en superficie y más tarde mediante bocaminas y hornos de calcinación.

El paisaje hoy parece natural, cubierto de musgo y hayas, pero basta con mirar las paredes del cañón o las galerías para imaginar el trabajo titánico que aquí se realizaba.

Exploramos varias bocaminas, tanto en la parte baja como en la superior, donde el sendero nos lleva a través de un bonito arco de piedra natural.

La ferrería de Elama

Regresamos al camino principal y descendemos hasta las ruinas de la ferrería de Elama, cubiertas por el musgo y la vegetación.

Durante siglos, las ferrerías hidráulicas fueron el corazón industrial de estos valles. Usaban el agua como energía, el carbón vegetal como combustible y el mineral extraído de las minas cercanas. Allí se forjaban herramientas, armas y todo tipo de productos de hierro.

Hoy solo quedan muros cubiertos de musgo y silencio.

Hacia el cordal sur: Arriurdiñeta y Amonamotzeko Kaskoa

Desde Elama seguimos el SL-NA 310 (Artikutzako Burdinolak) hacia el collado de Arriurdiñeta, también conocido como Gorostingo Lepoa, donde se encuentra la entrada a la finca desde Goizueta.

Desde la cantera tomamos la loma norte del Amonamotzeko Kaskoa, subiendo primero entre hayas y luego por terreno despejado. La niebla se echa encima, así que las vistas se esfuman, pero el ambiente se vuelve mágico.

Coronamos las dos cimas del Amonamotzeko Kaskoa (944 y 947 m), y seguimos el cordal hacia el este, pasando por el cromlech de Auntzbizkar, el paso rocoso de Urkin y la dura subida al Putzuetako Gaña (992 m).

Más adelante alcanzamos las cimas de Loitzate (1048 m) y Arainburu (1054 m), la más alta de la jornada. Sin vistas, pero con la satisfacción de haber completado la línea principal del cordal.

Ya en la zona de Hirumugarrieta, encontramos el mojón que marca la unión de tres términos: Zubieta, Arantza y Goizueta.

Komizko Gaña y el canal de Erretena

Pasamos por el cromlech de Ibintza y subimos al Komizko Gaña (1037 m) antes de iniciar el largo descenso hacia Negusoro. El camino está húmedo, y poco antes del collado empieza a llover, luego granizar, justo cuando llegamos a Igineko Borda.

Allí aprovechamos para comer y esperar a que amaine. Cuando para la lluvia, seguimos hacia el Collado de Ollargarata, donde una fuente nos permite reponer agua antes de afrontar el descenso al canal de Erretena.

El sendero hasta el canal está muy bien marcado. Una vez en él, la traza se conserva perfectamente: el canal se intuye bajo la hojarasca, aflora en algunos puntos y se ve cómo fue tallado a mano en la roca. Un trabajo increíble.

El camino es precioso, serpenteando por la ladera, con vistas filtradas entre el hayedo y el rumor constante del agua.

Tras un buen tramo, el canal y el sendero confluyen con el camino que sube desde la ferrería de Urdallue y terminan en el depósito de Lizarudiñeta.

Regreso al poblado y tormenta final

Desde allí tomamos la pista hacia el monte Izu y comenzamos a descender hacia el poblado de Artikutza. Al llegar al embalse de Enobieta, se desata una tormenta tremenda: lluvia, granizo y un rayo que cae muy cerca, seguido de un trueno brutal.

Sacamos una última foto a la presa, con el agua cayendo a cántaros, y bajamos a todo correr. Por suerte, estamos ya en el poblado.

Solo queda una cosa en mente: la cerveza en el Ostatu. Pero cuando entramos... ¡sorpresa! La máquina está apagada. El rayo ha dejado sin luz todo el poblado. Así que nos quedamos sin cerveza, echando pestes y riéndonos a partes iguales.

Mapa del recorrido:


Track para GPS




Llegamos al poblado sobre las 08:00 y aparcamos el coche al lado del Ostatu Zahar. En frente se encuentra Olajaundi, la casa del que fue el dueño de las ferrerías de Artikutza.




El Ostatu Zahar donde nos hemos tomado un café. Dentro hay un par de máquinas de vending; una de cafés y otra de bebidas, hay mesas, fregadera y baño.

La erreka Artikutza a su paso por el poblado.


Vestigios del pasado: una báscula con la que se realizarían todo tipo de transacciones comerciales.


Uno de los caseríos que hay en el poblado.


Desde el poblado comenzamos a caminar hacia el frontón y seguimos por la pista que va a Olazubieta. Dejamos una serrería a nuestra derecha, y poco después de pasar la caseta donde están los contenedores de basura, nos desviamos a la izquierda, hacia una caseta (ver foto), donde hay un portillo y en la parte trasera está el puente sobre el río Urdallue.


Erreka Urdallue vista desde el puente.


Cruzamos el puente y el sendero en fuerte pendiente asciende formando algunas zetas por el bosque.


Hongos yesqueros (ardagai en euskera)


Más adelante el sendero se bifurca; por la izquierda se subiría al collado de Soroaundi, desde donde se podría subir a las cimas de Etzanleku/Sorouandi (546 m) y Otarán (563 m), y por la derecha, nuestro caso, el sendero prácticamente llanea y rodea estas dos pequeñas cimas que son el punto final del cordal que comienza en Komizko Gaña y desciende por la loma del monte Beltzuntza.



Este precioso sendero atraviesa un magnífico hayedo y termina en la zona alta de una pista, el Goizaringo Bidea, muy cerca del collado Otan, a tan solo un par de curvas por debajo del mismo. En la foto vemos el punto de la pista donde hemos salido.


Subimos hasta la primera curva de la pista, la que se ve en la foto de arriba. Junto al camino hay un artamugarri. Es una piedra cilíndrica con unos segmentos marcados en la cara superior (indican la dirección de los mojones exteriores, los baztermugarris). Se trata del mojón central del sel de Goizarin. Los seles son espacios de uso restringido o privativo, casi siempre dentro de un espacio de aprovechamiento comunal. El uso podía ser múltiple pero no hay certeza del motivo y su utilidad: pastoreo, carboneras, leña. En Navarra, y principalmente en la zona de Goizueta (antiguamente Anizlarrea) hay un mapa de 1792 donde aparecen multitud de seles cuadrados. Hay quien piensa que estos cuadrados son solo una representación y que el sel seguía siendo circular pasando la circunferencia por las cuatro esquinas del cuadrado. Lo que si es seguro es que el centro del sel siempre se marcaba y a este mojón se le conoce por varios nombres: artamugarri, sutarri, mojón central, piedra cenital, piedra centrical... Al sel también se le conoce por los nombres de: sarobe, saroi, bustaliza, korta...

IRALIKU'K: La confrontación de los comunales. Etnografía e historia de las relaciones de propiedad en Goizueta de Lidia Montesinos Llinares
http://diposit.ub.edu/dspace/bitstream/2445/53187/1/LMLL_TESIS.pdf

Los Seles - página web sobre Leitzaran de Xabier Cabezón
https://www.leitzaran.net/seles/seles.htm

El Sel de Burgo de Javi Castro y J.C. Etxebeste
http://www.ostolaza.org/archivos/publicaciones/37-El-sel-de-Burgo.pdf


Mapa de 1792 donde están ubicados los seles de Anizlarrea. Están numerados y rodeados por un círculo rojo. Hay un montón. Todo esto era de la Colegiata de Roncesvalles.


Un detalle de como aparecen los seles cuadrados en el mapa y los artamugarris en el centro de los mismos.




Desde el artamugarri nos adentramos en el bosque y buscamos la senda por la que iremos a las minas de Elama. Al principio la senda no está clara, por lo que hay que tirar un poco de GPS hasta dar con la traza clara. Aparece enseguida. Luego ya no hay problema para seguirla.


Imponentes hayas por el camino. La de la foto, un haya trasmocha, era bien grande con un bonito pie de musgo. Por este camino también hemos visto multitud de plataformas carboneras (txondorras). Las ferrerías necesitan mucho carbón. La producción de hierro a partir de mineral de hierro se hacía en hornos bajos, en los que se introducían lechos intercalados de mineral y de carbón vegetal, favoreciéndose la combustión del carbón y la consiguiente reducción del mineral oxidado con la inyección de aire, que se realizaba con fuelles manuales.


Alguna que otra barricada. Hay muchas hayas caídas y de vez en cuando alguna sobre el camino. En este caso no la han retirado sino que han abierto una cuña para habilitar el paso.


Jugando un poco con el Photoshop. Los hayedos por los que pasamos son una maravilla. Hay un silencio total. Son lugares que transmiten mucha calma. Nada que ver con la actividad que tuvo que haber antaño.


¿No decían que para saber donde está el norte hay que buscar la parte verde de los árboles? Pues que vengan a Artikutza. Aquí es todo norte.


Llegamos al paraje de Arritxabaleta. Junto al camino hay un mojón rectangular con el símbolo de la Colegiata de Roncesvalles, antiguos dueños de la finca de Artikutza. Hay un par de mojones iguales, uno más arriba y otro más abajo. El de la foto es el que está junto al camino.

Seguramente estos mojones son la muga de algún sel más moderno donde su explotación estaba destinada exclusivamente a la mina ya que el coto minero de Elama tenía sus seles. Claro que esto son suposiciones mías.

Esta muga corresponde a la que se encuentra junto al camino.



Esta es la muga que está más arriba del camino. Parece que el contorno del grabado estaba pintado con pintura roja, quizás para contrastar con la piedra blanca de caliza.


y esta es la muga que está más abajo. Este en cambio, en vez del contorno, parece que tiene el símbolo de la colegiata de Roncesvalles pintado de rojo. De estas piedras debe haber montones por los bosques de Artikutza, unas quedarán a la vista, otras escondidas o tapadas, otras rotas, incluso robadas.


Dejamos el mojón inferior y volvemos al camino principal. ¡Que maravilla de hayedo.!


Enseguida llegamos al coto minero de Elama. He visto varias demarcaciones de las minas y con distintos nombres. En el siguiente documento las demarcaciones de las minas aparecen como: San Pablo, San Antonio, Virgen de Begoña, Fecundidad. La ubicación de San Antonio corresponde a la zona por la que nos estamos moviendo nosotros.

Plano de demarcación del coto minero de Elama






Pero también hay una demarcación con el nombre de Mina de Enriqueta. Es posible que Antonio, después de aguantar a Enriqueta le hiceran santo jajajaja.

Documento sobre el trabajo de labores en la mina de Enriqueta





Nos apartamos del camino subiendo por una de la vaguadas y comienzan a aparecer las bocaminas.


Interior de una de las bocaminas.

Nos acercamos al impresionante corte en el monte que durante siglos, casi 700 años, el hombre ha ido socavando para extraer el mineral. Este zanjón a cielo abierto, al que la S.C. Aranzadi denomina cariñosamente 'el cañón', tiene una profundidad de 44 metros. El mineral de hierro utilizado se extraía de mineralizaciones locales, generalmente filonianas, de naturaleza oxidada (hematites rojas u oligisto, y hematites pardas o limonitas-goethitas). Los filones con hierro de los valles del N y NW de Navarra tienen, en general, como mineral principal de hierro, a la siderita (carbonato de hierro). Por ello, se extraía únicamente el mineral de la parte superficial de los filones de siderita que por oxidación e hidratación natural se transformaba en óxidos. Las labores mineras eran a cielo abierto, en grandes calicatas y zanjones. En épocas más tardías, a partir de 1800, empezaron a utilizarse minerales de siderita de zonas más profundas de los filones, aunque para ello fue necesaria la construcción de hornos de calcinación, ya fuera en las propias ferrerías o en las minas. (Minas y cuevas de Elama (Artikutza): Hidrogeología, fauna y evolución)

Nos encontramos ahora mismo en el borde NE del cañón con el gran socavón a nuestra izquierda. Luego iremos a la parte alta SW (la parte del fondo que se ve en la foto) desde donde hay una estupenda panorámica de este cañon. En la foto podemos ver el bonito puente de roca.


Casi cien años sin actividad y la naturaleza se ha adueñado de este paisaje dotándolo de un aspecto casi natural. Con toda la vegetación y el paisaje típico de hayedo el lugar es una auténtica delicia.


Vamos recorriendo el lugar y a cada paso que damos van surgiendo nuevas bocaminas.



Un pequeño descanso en esta maravilla de lugar para picar algo antes de ir a la parte de arriba y seguir viendo minas.


Regresamos al camino principal y continuamos por el mismo para ir a la zona alta del cañon.


Más adelante hay un desvío que sube a la parte alta del cañón y donde hay más minas. En la foto una de las bocaminas que encontramos subiendo.


y otra más.


y otra.


Accediendo a la parte alta e interior del cañón.



Dentro del cañón


El arco de piedra visto desde el otro lado.


Mientras Beltri se queda por esta zona alta sacando fotos yo he ido a ver si se podía ir directamente a la parte baja del cañón, donde habíamos estado antes. No he tenido ningún problema yendo por la parte alta del monte, así que para otra vez, una vez visto el cañón desde abajo, se puede enlazar con la parte alta sin tener que dar el rodeo por el camino. En el track de la ruta se ve por donde he andado.


Dejamos las minas y regresamos al sendero principal. Una pequeña bajada por el monte y enseguida llegamos a la ferrería de Elama. Los viejos edificios en ruinas van apareciendo cubiertos de musgo. Antaño, la actividad siderúrgica se convirtió en la principal actividad económica en los pequeños valles de Navarra y la localización de los yacimientos condicionó la ubicación de las ferrerías.


La necesidad de mayores producciones y los avances técnicos llevaron, hacia el siglo XIII, a la instalación de las ferrerías junto a cursos de agua que reunieran condiciones mínimas de caudal y de regularidad (ferrerías o fraguas hidráulicas), en zonas boscosas que aseguraran la producción de carbón vegetal, y en relativa cercanía a minas que produjeran minerales de hierro oxidado. El soplado de los hornos era realizado por fuelles movidos por la energía hidráulica. Estas ferrerías tenían en su mayoría una pequeña factoría en la que se realizaba el pudelado o martilleo de la esponja de hierro con martinetes o martillos pilones de acción hidráulica. A partir del hierro así elaborado se fabricaban productos diversos como herramientas, hachas, cuchillos, armas, anclas, etc. Las ferrerías más importantes llegaron a convertirse en pequeños conjuntos industriales en los que se obtenía hierro y se fabricaban objetos de este metal.

Erreka Elama



Ruinas de la ferrería Elama




Muros de la ferrería


Ahora es un lugar muy tranquilo, ¿pero cómo tuvo que ser antaño?.


El musgo lo invade casi todo en Artikutza.


Nos dirigimos ahora hacia el cordal sur de Artikutza. Para ello vamos a subir primerqmente al Gorostingo Lepoa, más conocido como Arriurdiñeta, donde se encuentra la cantera y la entrada a la finca de Artikutza desde el pueblo de Goizueta. para ello desde Elama seguimos el SL-NA 310 (Artikutzako burdinolak).


Algún pequeño tramo toca ir por la carretera.


Por lo demás el camino es muy chulo. Seguimos por hayedos fantásticos.



Llegamos a Arriurdiñeta. La entrada que impide el paso de vehículos.


Y desde la cantera cogemos la loma norte del Amonametzako Kaskoa por la que iremos hasta alcanzar el cordal sur de Artikutza.


La primera parte avanzamos por el interior del bosque.


Luego salimos a la loma.


y todo para arriba. Con calma que tenemos una buena cuesta. Por arriba tenemos niebla y me parece que no vamos a tener vistas.


La cima con niebla es el monte Mendibilla y la que se ve sin niebla es el Arramaletako Kaskoa.


Por nuestra izquierda (NE) podemos ver la cima del monte Beltzuntza.


Alcanzamos la nube. De temperatura vamos genial.



Alcanzamos una de las dos cimas que tiene el Amonamotzeko Kaskoa. Estamos en la cima occidental 944 m. Hay un cromech. A partir de aquí recorremos el cordal hacia el este (E)


Dejamos constancia de que hemos pasado por aquí.


Amonamotzeko Kaskoa, cima oriental con 947 m. separada de la occidental por un pequeño collado con toponimia propia: Etxolazarreko lepoa


Bajando por el cordal damos con el cromlech de Auntzbizkar. En este cordal hay numerosos cromlechs y túmulos.


El paso por la cota de Urkin, un paso bonito a través de la roca.


Ahora toca subir el Putzuetako Gaña. ¡Menudas cuestecitas hay por aquí!


Eso si, con mucha calma, toda y más.


En la cima, Putzuetako Gaña (992 m) , seguimos sin ver un carajo. Dejamos la tarjeta y seguimos. Una pena lo de las vistas.


Nuestra siguiente cima no se hace esperar mucho y poco a poco, entre la niebla, va apareciendo el vértice geodésico que delata la cima del monte Loitzate.


Loitzate (1048 m).


su buzón.


Después viene la cima de Arainburu (1054 m). La cota más alta de la jornada. No hay buzón así que dejamos la tarjetita debajo de una piedra. Seguimos sin vistas.


Camino hacia Komizko Gaña / Ibintza nos adentramos un poco en el hayedo que llega hasta el cordal y que con la niebla le da ese fantástico aspecto fantasmagórico.


Hirumugarrieta. Muga de tres términos: Zubieta, Arantza y Goizueta




El mojón con las tres inscripciones.

Bajamos al Collado Gerasun donde se encuentra el cromlech de Ibintza. Ahora tenemos una subidita y enseguida llegamos al Komizko Gaña


Cima de Komizko Gaña (1037 m)


La bajada de Komizko Gaña hacia Negusoro es una bajada de las que te alegran si tienes que bajarla, porque si es en el sentido contrario y te toca subirla, es para echarte a temblar. Antes de llegar al collado hay un aska donde rellenamos nuestra provisión de agua.



Son poco más de las 15:00 y comienza a chispear, luego a llover y enseguida a granizar. Es lo que estaba previsto, algo de lluvia a partir de las 14:00. La suerte parece que nos acompaña una vez más y justo cuando el tiempo se pone mal pasamos por Igineko borda donde hacemos una parada para comer y esperar a que deje de llover.


Una vez remite la lluvia continuamos nuestro camino hacia el Collado de Ollargarata.


No tardamos en llegar y aprovechamos la fuente que hay en una de las bordas para darnos unos buenos tragos.


Desde el Collado de Ollargarata comenzamos un descenso por el bosque al encuentro del canal Erretena. El camino desde el collado hasta el enlace del canal lo hemos encontrado muy bien. Una vez en el canal (ver foto) el sendero no tiene pérdida y conserva muy bien la traza.


El canal está oculto bajo la hojarasca. En algunos tramos aflora y se ve muy bien.


Barricadas en el camino encontramos unas cuantas.


El camino y el paisaje son muy bonitos.


En esta foto se aprecia muy bien el canal. Como se puede ver era un canal muy pequeño.


Pasamos por algún resalte rocoso sin problemas.


Menudo currelo para hacer el canal y abrirse paso a través de las rocas.


Comienza a llover pero bajo el bosque se anda muy bien.


Los parajes son espectaculare. Tenía muchas ganas de conocer este camino y la verdad es que estoy muy contento y muy satisfecho.


Después de un buen rato caminando por el canal Erretena nuestro camino se junta con el camino que sube desde la ferrería Urdallue.



Este camino y el canal de Erretena termina en el depósito de Lizarudiñeta.



Salimos a la pista que sube hacia el monte Izu y comenzamos a bajar al poblado de Artikutza.



Llegando al embalde de Enobieta comienza a diluviar. De pronto un rayo cae muy cerca y el trueno no se hace esperar. Como si hubiera estallado una bomba. De acojonarte..


Saco una foto a la presa y se puede ver perfectamente como está lloviendo.


Bueno, menos mal que estamos ya en el poblado. Ahora puede llover lo que quiera. Nosotros vamos pensando en la cervecita que nos vamos a tomar en el Ostatu.


¡Madre mía como llueve!

¿Sabéis una cosa? Cuando entramos en el ostatu, la máquina de bebidas estaba apagada. El maldito rayo ha dejado sin luz al poblado y nos ha dejado sin cervezas. Menudos juramentos hemos echado jajaja

8 comentarios:

  1. Bonita vuelta. El mapa de seles de Anizlarrea de 1792 es muy interesante. Como me gusta la cartografía, he consultado a amigos que podrían saber donde se encuentra ese mapa y su curiosidad se ha unido a la mía. ¿Podrías decirnos que Archivo dispone del mapa?

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  2. El mapa en cuestión está dibujado en 1792, copiado en 1863 y llegado a manos del párroco de Goizueta en 1984. A unos amigos mios se lo pasó el arqueólogo Luis del Barrio y pudieron escanearlo. Yo dispongo de la copia escaneada.

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  3. Hola. He conseguido en el Ayuntamiento de Goizueta una copia de la copia de 1863. No esta en muy buen estado y lo tienen plastificado. Lo he fotografiado pero la calidad no es buena. Si me puedes mandar la copia escaneada te lo agradecería un montón. Un saludo montañero.

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    1. Dime una dirección de email y te mando una copia digitalizada del original, sin pinturas, ni colores.

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    2. Hola, mi email es miaredel@gmail.com

      Gracias

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  4. Muy buen reportaje y con ilustraciones muy didacticas. Zorionak

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  5. Hola Kasi.Perdi el mapa que me enviaste en 2019. Tengo una copia con poca resolucion y al zoomear no leo bien. Si puedes mandarme una copia del mapa de 1792 te estaría super agradecido.
    Mi correo: jcarlosbayon@hotmail.com

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  6. Hola Kasi, me interesa todo lo que tenga que ver con la montaña Navarra, mi tierra.
    A mi espaldas llevo recorridos la mayoría de vértices geodésicos, cumbres, mugarris, cascadas, cuevas, simas, barrancos, dólmenes, etc ... de nuestra geografía.
    No conocía la existencia de este mapa y me gustaría tenerlo en formato digital, soy respetuoso con los lugares que visito.
    Mi correo es sisito1972@hotmail.com
    Gracias.

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